>

Blogs

Inma

Zona de embarque

Curioseando en casas holandesas

Ámsterdam es una ciudad donde el valor del metro cuadrado cotiza bien alto, pues cada porción de terreno supone un riguroso un control del mar. Cómo será, que los holandeses pagan un canon anual para “no tener agua”. Todo lo contrario que nosotros que abonamos la tasa precisamente para lo contrario: para poder contar con agua corriente.

Allí el origen de este impuesto es bien curioso: Antaño se pagaba al molinero para que tuviera los diques secos y limpios. Y evitar avalanchas y crecidas que suponían una pérdida económica y material.

 

Hoy en el impuesto va incluido el servicio de limpieza de los canales una vez por semana. Un botón de muestra de este gran valor del suelo se aprecia en la inclinación de las escaleras. Si tienen ocasión de subir o bajar por alguna de ellas, no dejen de hacerlo. ¡Es todo un desafío! Eso sí, con mucho cuidado para evitar un traspiés. Allí la conocida “Ley de Blondel” que tanto nos ha aportado para evitar caídas, no siempre es respetada. Verán la elevada inclinación de su ángulo, llegando en algunos casos a tener que bajar con los pies puestos de lado ya que la huella de los peldaños es bien estrecha.

 

 

Otro dato curioso es la inclinación de muchas fachadas. Da la sensación de que se están cayendo hacia delante. Y da qué pensar de si hay algún fallo en la construcción y, uno va paseando tranquilamente con la amenaza latente de que le puede caer encima la edificación. Y lo que es un feliz paseo pudiera terminar en una desgracia.

Pero no hay razón para sufrir. Se trata de una inclinación concebida en tiempo pasado que respondía a la necesidad de amueblar la vivienda por fuera, desde sus fachadas (ante la estrechez de espacio de las escaleras que antes les comentaba). Ya que con esta inclinación se conseguía que los muebles no chocasen con la fachada.

Para estas tareas de la mudanza, son también muy llamativas las barras de hierro, a modo de gancho, salientes en la última planta, que servían para colgar las cuerdas de la mudanza en cuestión y hacer las veces de poleas. Todo ello unido a las grandes ventanas. ¡Todo bien pensado!

 

 

En muchas casas, lo pilares sobrepasan los canales. Con la idea de aprovechar el terreno al máximo, se dejan circular los canales por la planta baja y sótano como si nada. Con un poco de imaginación uno puede pensar que hay un río por la planta baja de la vivienda.

 

Hablando de pilares y cimientos, en Ámsterdam encontramos también las casas sin pilares: las conocidas casas flotantes. Muchas de ellas sus dueños las muestran orgullosos. Estos puntos de amarre están muy cotizados.

 

Para evitar que hubiera casas desocupadas, hace un tiempo se promulgó una ley que legitimaba la ocupación si la vivienda en cuestión llevaba más de un año sin haber sido habitada. La casa amarilla de la foto es una de las primeras de esta ocupación legalizada.  A cambio los ocupantes tenían obligaciones de custodia de forma debida y asumir los gastos propios de la vivienda.

Esta ley fue modificada. Se da el dato curioso de que, en principio al no contemplar ninguna excepción, el Palacio quedaba en esta situación desocupada (al tener la Familia Real su residencial oficial en La Haya) y si, por circunstancias tardaban más de un año en pasar una temporada en él…

Es muy raro ver una edificación sin uso. Por ejemplo lo que antes pudo ser una fábrica de gas, es hoy un centro cultural.

Si prestamos atención, en algunas fachadas se aprecian estos cambios de uso. La foto permite ver -en la superposición del rótulo- esta evolución en el tiempo de la, entonces, sede de Correos, hoy convertida en un centro comercial.

Terminamos con las famosas casas de madera. A mí me encantó verlas pues de pequeña jugando, construí muchas de ellas. ¡Casi tenía un pueblo entero! Un detalle llamativo que invita a pasear se encuentra en el pueblo de Volendam, muy cerca de Ámsterdam.

Los residentes insisten en que no hay dos puertas iguales. Así que el paseo recorriendo el pueblo cuenta con este incentivo añadido de ver la variedad y la originalidad de puertas.

 

Además, y como broche de cierre tras el paseo, este pueblo pesquero es el lugar perfecto para tomarse el famoso bocadillo con arenques junto al puerto.

Temas

Curiosidades y crónicas viajeras

Sobre el autor


agosto 2014
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031