>

Blogs

Inma

Zona de embarque

Noruega y Suecia… ¡a ras de suelo!

De Noruega uno regresa algo triste si no tiene la suerte de “cazar” una aurora boreal. Una maravilla de la naturaleza… ¡por todo lo alto! Nunca mejor dicho lo de la altura. De tan bonitas, son muchos los viajeros que han llorado y todo.  Yo fui de las que regresaron tristes pues no pude verlas. Quizá me ahorré la llantera también.

Pero sí les llevo a una ruta por Noruega casi … ¡a ras de suelo! Porque en este nivel también podemos observar cosas curiosas que dicen mucho de la inteligencia de estos dos países.

Comenzamos por los tejados de las casas. Han ideado una techumbre que impermeabiliza las viviendas. Los tejados los cubren con plantas vivas y, así quedan protegidas del enfriamiento excesivo en el invierno. A lo largo de las excursiones  se pueden ver muchas casas (también pequeños cobertizos que utilizan como saunas) que cuentan con esta “calefacción” obtenida gracias a la madre Naturaleza.

La segunda nota curiosa que sorprende la encontramos en las carreteras. El trazado vial noruego en su mayoría es de un solo carril con dos sentidos. Antes de entrar a los túneles, notaremos “algo” en nuestro coche o autobús. Es algo parecido a un pequeño traqueteo ruidoso. Yo, la primera vez, como no sabía nada, pensaba que la rueda se había pinchado.

¡Tranquilidad! Otra vez estamos ante una muestra de inteligencia práctica. Nada que haga despertar ninguna alarma de posible rotura ni mucho menos. Les cuento de qué se trata. Justo antes de entrar en los túneles, el asfalto de la carretera, durante casi un metro “desaparece” y se convierte en unos rodillos circulares giratorios de acero por los que el vehículo puede circular tranquilamente. Este “invento” está pensado para que los coches sigan su ruta (con el pequeño ruido que les comentaba) y entren en los túneles. Pero los animales, caso de ir algo despistados, al notar estos rodillos sobre sus patas, intuirán con facilidad que no se trata de un camino seguro y darán media vuelta. De esta forma no quedarán atrapados en el interior de un túnel. ¡Sabiduría que combina protección animal con un fluido tráfico!

Y bajamos desde aquel tejado noruego al nivel de subsuelo sueco. Entramos en el metro. Les llevo a un rincón musical. Para animar a los ciudadanos a que hicieran un poco de ejercicio y no utilizaran tan a menudo las escaleras automáticas, en la estación de metro Odenplan de Estocolmo, convirtieron una escalera en un teclado de piano. De forma que, a cada paso, suena una tecla. La idea buscaba también hacer más divertidos nuestros actos cotidianos. Les dejo el enlace por si tienen curiosidad.

Los primeros días, casi nadie se animaba a pisar estos peldaños musicales. Muchos tímidos seguían la costumbre del deslizamiento vertical mecánico. Y miraban de reojo intrigados. Pero ahora, la cosa ya ha cambiado, pues… ¿quién no desea tocar el piano con los zapatos puestos?

Cuando vayan a Estocolmo y cojan el metro, anímense que la ocasión la pintan: ¡en blanco y negro!

Temas

Curiosidades y crónicas viajeras

Sobre el autor


diciembre 2014
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031