>

Blogs

Inma

Zona de embarque

Entre tejas y nísperos, ¡el paraíso!

 

“En mi familia tenemos seis” me decía una señora orgullosa, enumerando a cada miembro que tenía una; “Yo puedo ver la mía desde mi ventana todos los días”, añadía su amiga, señalando hacia lo alto.

La iniciativa municipal de apadrinamiento de tejas (al coste unitario de cinco euros) con el fin de recaudar fondos para la restauración de la cúpula de la Iglesia de San Juan Bautista ha sido todo un éxito. Están numeradas e identificadas. Al modo de un plano catastral.

¿Compraría Vd. una teja? Quizás peque de envidiosa, pero les confesaré que yo también quiero una. Pero… las tejas están agotadas. Es complicado hablar con un callosino que no tenga una.

Esta cúpula azul se ve desde lo lejos cuando te acercas a Callosa d’en Sarriá. Es el bonito -y ahora compartido en régimen de condominio- skyline.

La construcción de la iglesia tuvo un gran desafío porque está edificada sobre un plano en pendiente. En la plaza, el desnivel se aprecia a simple vista. Pongan en freno de mano si aparcan en ella. En el interior, no se nota. Y eso que yo me estuve fijando bien. Si acceden por el lateral de la Iglesia, tendrán que subir un buen tramo de escaleras.

Una gran “muralla anaranjada”

Otro dato singular de Callosa d’en Sarrià es que está rodeada por todos sus puntos cardinales de plantaciones de nísperos. Según la época, protegidos por gigantescos plásticos que casi escalan las laderas de todas las montañas. El clima mediterráneo y esta orografía favorecen cosechas bien generosas.

Esta fruta cuenta con su propia denominación de origen. Llegó a la localidad desde Argel y, con un injerto, le han dado un toque ácido, que es el ingrediente característico del lugar. Una fruta dulce y ácida a la vez. He ahí su singularidad. Es de esas frutas tan agradecidas que podemos pelar con las manos.

Casi el setenta por ciento de la producción española procede de este municipio. Las grandes cadenas de supermercados han ubicado sedes en este lugar para las tareas de logística.

Toda la población (además de tener en propiedad una teja) están involucrados en cooperativas para el cultivo de esta fruta. Tanto, que el mes de su recolecta es mayo y, las celebraciones de las comuniones se pasan todos los años a junio porque la labor de recogida requiere tiempo y delicadeza.

Yo quiero apadrinar un níspero Excmo. Sr. Alcalde

Paseando por las calles de Callosa d’en Sarrià, es fácil encontrarse con el bellísimo lavadero municipal. En breve va a ser restaurado. Y en esta acometida, está prevista su ampliación. Pero, para ello, un gran huerto de nísperos que está en su lateral va a desaparecer.

He aquí un grito para que, los que ya no podemos comprar tejas, sí podamos apadrinar un níspero y, así acudir todos los años felices a recoger las frutas. ¿Se apuntan a esta iniciativa? ¿Apadrinan Vds. también un níspero? 

Con ella, salvaremos este precioso huerto (el lavadero se quedará pequeño, eso sí). Y lo mejor, es que tendremos una razón de peso para participar e integrarnos con los habitantes y recoger nosotros también nuestra gran caja de nísperos. Yo, casi prefiero apadrinar un níspero que una teja; Es mucho más nutritivo, qué duda cabe.

Se habla mucho de las ciudades inteligentes. Yo, abogo más por las ciudades verdes de verdad, en las que la naturaleza, las frutas, los huertos… se cruzan entre una calle, en una plaza, en el lavadero también.

Y, al mismo tiempo se crearían unos lazos entre los turistas que hemos apadrinado nuestro árbol y los callosinos que tienen sus tierras también con plantaciones de nísperos y, sus tejas.

La fruta de la belleza nos lleva al paraíso

Del azul de las tejas, pasando por el naranja de los nísperos llegamos al agua transparente y cristalina. Es imposible visitar Callosa d’en Sarrià y no darse un baño debajo de una cascada o en las pozas que se forman en las Fuentes del Algar.

Porque si ya un baño en el mar Mediterráneo con fruta fresca es tocar de refilón la felicidad, gritar debajo de un salto de agua limpia entre montañas y tomar fruta recién cogida (y , ¡ejem! apadrinada) es la imagen idílica del paraíso en la tierra.

Razones sobran para visitar Callosa d’en Sarrià. No se demoren que esta “fruta de la belleza” como es conocida entre los agricultores (vayan tomando ya datos para cuando apadrinen su níspero) es de las primeras que anticipan el verano.

¿Dónde hay que firmar Sr. Alcalde?

 

 

Temas

Curiosidades y crónicas viajeras

Sobre el autor


junio 2024
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930