Mi cuentahuesos
La llamábamos la chacha Catalina. En mi pueblo, Jumilla, y en mi infancia, a los tíos se les solía llamar “chaches”, palabra que ha degenerado actualmente para referirse a alguien con aspecto viejuno o de apariencia cansada. La chacha Catalina vivía con nosotros, al igual que su sobrina, mi abuela. Era la hermana de la […]