De fuera vengan…
Mi pobre abuela solía decir que estaba curada de espanto para referirse a que ya no había nada que pudiera asustarla o sorprenderla. “Pobrecica” mía. No quiero pensar si levantara la cabeza ahora y viera algunas cosas. Les imagino enterados de la fantochada que se ha dejado caer la turista británica Freda Jackson, al reclamar […]