El turismo gastronómico es un lastre para la posición relativa de la Región de Murcia en el ranking de competitividad turística de las comunidades autónomas que elabora Exceltur, la Alianza para la Excelencia Turística, que agrupa a las principales empresas del sector. Así de duro suena. Exceltur ha hecho público el informe Monitur, en el que analiza la evolución de la competitividad turística de las comunidades durante el periodo 2010 a 2014. Esta evaluación se fundamenta en 80 indicadores agrupados en siete parámetros. Y el penúltimo lugar que ocupa Murcia en este ranking es consecuencia de la mala valoración que obtienen la gran densidad urbanística, las pobres comunicaciones por tren y avión y la debilidad del turismo gastronómico. El informe explica que la incorporación de este indicador responde a la creciente consideración de la gastronomía como un motivo relevante de la visita. Exceltur constata que «los últimos años han sido testigos en España de una eclosión de la gastronomía como atributo diferencial de la oferta turística gracias a la multiplicación de grandes cocineros que se han convertido en iconos de la marca y la cultura española». Y concluye afirmando que se han multiplicado los paquetes y productos turísticos que giran en torno a rutas gastronómicas. Y como indicador para evaluar la capacidad competitiva del turismo gastronómico el informe ha seleccionado como indicador la suma total del número de estrellas Michelin de los restaurantes de cada región. Naturalmente se podrá poner en cuestión la pertinencia o las carencias de tal parámetro como indicador, pero en cualquier caso es el mismo para todos. Pues bien, Murcia ocupa el último lugar, con solo una estrella. Se podrá argüir también que la nuestra es una región uniprovincial, pequeña… excusas. También lo son La Rioja, Navarra y Asturias, y están por delante. Tenemos una gran despensa; debemos luchar por poner nuestra gastronomía a su altura.