Frente a todas las dificultades, la distinción de la que disfruta Murcia hasta fin de año debe servir de herramienta para un salto de calidad en la restauración
Todos los estudios indican que en los próximos meses, en el próximo año, los destinos que más rápidamente crecerán y se recuperarán serán los de cercanía, por lo que una región como Murcia se encontrará en un magnífico punto de partida cuando vayan desapareciendo progresivamente las restricciones». Así se expresó Emilio Gallego Zuazo, secretario general de la Confederación de Hostelería de España, en su intervención en el acto de presentación del programa de Región de Murcia, Capital Gastronómica, que tuvo lugar la pasada semana, con la presencia del presidente del Gobierno Regional, del nuevo consejero de Presidencia, Turismo y Deportes, Marcos Ortuño y de representantes de Ayuntamiento de Murcia. Para Gallego, la Región cuenta con un ‘cluster’ imbatible: una potente y dinámica industria agroalimentaria, un creciente número de productores comprometidos con los productos de la despensa murciana y un espectacular destino mediterráneo de gran valor para el turismo.
Efectivamente, muchos expertos destacan que el paso de la pandemia creará un cambio psicológico notable y que y durante una primera etapa un alto porcentaje de viajeros optarán por destinos cercanos a su residencia habitual o ubicados dentro de su propio país. Así, según la consultora Deloitte, la recuperación del sector turístico será gradual, de tal manera que en agosto se activará el sector hotelero con los viajes nacionales; los destinos serán sobre todo segundas residencias o apartamentos vacacionales, y probablemente se usará el vehículo propio. En noviembre se empezarán a recuperar los viajes corporativos y los eventos, y solo en diciembre se estima que empezará a crecer muy lentamente el turismo internacional. Otros análisis como el del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo señala que será la demanda interna la primera en recuperarse y, específicamente, los viajes de ocio, los viajes para visitar a amigos y familiares, que podrían recuperarse más deprisa que los viajes de negocios.
En la Región, las bases para lograr ese despegue temprano existen. Hay que empezar por la consideración de que la gastronomía es el segundo producto turístico más valorado por los turistas que visitan la Región; nos encontramos en una de las zonas con mayor biodiversidad de Europa, concentrada en un pequeño territorio, lo que determina una gran diversidad de fauna y flora repartida por ámbitos territoriales heterogéneos -costa, huerta, montaña-, y, en consecuencia una rica y variada despensa y una gastronomía con una base de calidad muy notable. Y todo ello, en la región del continente con más horas de sol al año.
Y si nos referimos a ese ‘cluster’ del que hablaba el secretario general de la Hostelería de España, la cosa parece clara: la riqueza de la gastronomía de la Región de Murcia esté fundamentada en sólidos pilares. Uno de ellos es la calidad de los productos, una excelencia alcanzada gracias a la larga experiencia en producción agroalimentaria, a unos niveles de investigación punteros en el mundo en el terreno de la agricultura y la acuicultura (optimización de regadíos, nuevas variedades, cultivos de última generación, ciclo biológico completo en la cría del atún rojo) y al desarrollo de la agricultura ecológica. Otro de esos pilares es una tradición culinaria, un recetario ancestral amplísimo, unas raíces gastronómicas, decantadas durante siglos tras el paso por este rincón del sudeste español de un buen número de culturas y civilizaciones, que suponen un rico sustrato sobre el que levantar una cocina nueva, contemporánea, adaptada a los nuevos tiempos, y un caldo de cultivo ideal para aventuras culinarias de vanguardia.
Por tanto esta capitalidad gastronómica es una magnífica oportunidad, un pretexto, si se quiere, para desplegar un gran programa de comunicación y promoción de la gastronomía, la hostelería, la cultura, el patrimonio y los valores medioambientales de la Región que permita al sector dar un salto de calidad. Porque los objetivos centrales son dos: cambiar a mejor para siempre nuestra restauración y construir para Murcia un destino gastronómico de primer orden para viajeros nacionales y extranjeros. Pero para ello no basta con un bonito programa sobre el papel. Es vital la participación de todos los subsectores implicados en el turismo gastronómico, así como la colaboración de los sectores público y privado. Pero sobre todo, es capital la colaboración entre administraciones. Por eso considero esperanzadoras las palabras del concejal de Turismo del ayuntamiento de Murcia, Pedro García Rex, en el acto de presentación de la pasada semana: «Este acto es una muestra del potencial que tiene el trabajo colaborativo entre administraciones». Que así sea.