La Capitalidad Gastronómica de Murcia, arrasada por el Covid-19, debería suspenderse para este año y trasladarse a 2021
El pasado 11 de marzo la actividad era aún frenética en la sede de la Capitalidad gastronómica de Murcia, en los bajos del teatro Romea. Se estaba celebrando la Semana de la Huerta con multitud de actos mientras el Ayuntamiento de la capital y la Consejería de Turismo se preparaban para presentar en breve la programación de primavera. Un día después, todo se suspendió. Dos días después el tsunami del Covid-19 cerró toda actividad no esencial y nos confinó a todos en nuestras casas. Parecen tiempos muy lejanos, pero estamos hablando de hace 20 días. Hay que decirlo claro: la gran apuesta de la Comunidad por el turismo gastronómico logrando la elección de Murcia como Capital Gastronómica de España 2020 se ha esfumado como por ensalmo. Todo lo invertido en la cuota a las entidades organizadoras (Federación Española de Hostelería y Federación Española de Periodistas y Escritores turísticos de Turismo), en la programación de las actividades realizadas hasta ahora, en la acogida en la capital de la grabación de una de las pruebas de exteriores de Master Chef, en las políticas de comunicación, en la papelería, la mercadotecnia… se ha perdido. Y lo malo no es lo que se ha perdido, sino lo que se va a perder.
En esta tesitura parece lógico y de justicia pensar en una moratoria, en un aplazamiento de la capitalidad murciana, que pasaría a ser efectiva en 2021. Veamos: hasta mayo-junio (si la evolución de la pandemia es la prevista) no es previsible que la hostelería regional recobre el pulso, teniendo en cuenta que lo hará en un escenario de retraimiento de la economía y de una caída brutal del turismo; es decir de recesión. En nuestro caso agravada por el hecho de que uno de los fuertes del turismo regional, el procedente de Gran Bretaña, tardará más aún en recuperarse, dado que este país tomó medidas radicales (confinamiento físico) frente a la pandemia más tarde que nosotros (y qué decir de lo que puede ocurrir con el turismo estadounidense). En cualquier caso, del tornado del Covid-19 se levantará un sector hostelero y turístico muy dañado, debilitado, descapitalizado y con bastantes bajas. En este contexto es muy poco probable que ni la administración ni el sector estén para alegrías como retomar el proyecto de capitalidad, porque, aparte de que se habrá perdido ya medio año, el resto, el sector lo va a vivir con una economía de supervivencia.
Por otra parte, en estas condiciones es muy dudoso de que ninguna ciudad española se plantee, a mitad de año, realizar los esfuerzos y las inversiones necesarias para aspirar a ese título para 2021, lo que provocaría que la organización que convoca el título se encontrara a principios de año de vacío, sin ningún candidato. El ‘pase’ a 2021 de la capitalidad murciana resolvería ese problema.
Y en esta línea, el director general de Turismo, Juan Francisco Martínez, con el ‘placet’ del alcalde de la capital, José Ballesta y de la Comunidad, comenzó la pasada semana los primeros contactos informales con la organización de la Capitalidad para buscar un acuerdo en este sentido. Contactos con el director general de la Capitalidad Gastronómica, Pedro Palacios, para buscar un acuerdo beneficioso para ambas partes. Juan Francisco martínez tiene hasta el relato de esa nueva capitalidad: apelar a los sentimientos del mercado interno, animar a los españoles a hacer turismo interior, apoyando así la recuperación del sector tras el drama de la pandemia.
“La Región de Murcia registrará un incremento de más de 100.000 turistas durante este año que girará en torno a la gastronomía regional”, señaló la consejera de Turismo, Juventud y Deportes, Cristina Sánchez, durante el acto de presentación a nivel nacional de ‘Murcia Capital Española de la Gastronomía 2020’, en el stand de la Región de Murcia en ‘Madrid Fusión 2020’. Era el 14 de enero. Dos meses después un virus llamado Covid-19 ha arrasado con todos los proyectos y esperanzas de un futuro mejor para un sector, el de la hostelería, tremendamente castigado en los últimos tiempos. La Capitalidad ya no podrá ser una herramienta para dar un salto adelante. Pero en 2021 sí podría configurarse como un instrumento para la recuperación.