>

Blogs

Pedro Alberto Cruz

En tierra de nadie

Dionisia García: interrogando lo absoluto

La apuesta. Dionisia García. Murcia: Nausicaa. 2016

 

Llegado un momento, cualquier individuo tiene la necesidad de mirar con “luz pródiga” la realidad, y, entre lo múltiple, lo contradictorio, lo cotidiano, extraer un hilo de sentido. El último poemario de Dionisia García, La apuesta, no se explica si no es desde este prisma: revivir las mismas escenas de siempre, pero, esta vez,  para encontrar un anclaje que desdramatice su condición efímera y menos consistente. La autora se vale de cualquiera de los dones de la vida para interrogar lo absoluto, para reflexionar sin tapujos sobre la idea de Dios. Aunque, en no pocas ocasiones, el poemario adquiere el tono de una “acción de gracias”, otras, en cambio, la incertidumbre parece resquebrajarse en forma de dudas y necesidad de pruebas: “pon algo de tu parte, si es posible“; o “donde Dios no se nombra /Ya no está entre nosotros./Ni se deja encontrar“.

Lo extraordinario de esta última obra de Dionisia García es la serenidad con que tienta y nombra realidades tan graves y trágicas para el común de los seres humanos como son las asociadas con la propia muerte y el abandono de lo amado. No hay nada que llene más de sentido la vida que la repetición de hábitos con las personas queridas. Somos lo que jamás nos cansamos de hacer. Y, para la autora, el té con yerbabuena que todos los jueves toma con su familia es la cristalización de este “vitalismo de rutinas”. Sobrecoge, en este sentido, la calma y autoconciencia con la que lamenta que, un día, ya no pueda compartir con ellos esa liturgia semanal. Pese a que no logra dejar de anticipar un sentimiento de nostalgia por un futuro inexorable, la dicción limpia, imperturbable, de sus versos convierte la confesión en algo así como un bálsamo capaz de curar las heridas de la incertidumbre.

Interrogar lo absoluto es una forma de calificar la poesía de Dionisia García que, por su grandilocuencia, por su ambición desmesurada, podría llevar a pensar que imprime a cada una de las piezas un gigantismo impropio de su sensibilidad. Pero nada más lejano de la realidad. Lo absoluto adquiere en cada uno de estos poemas la escala de las emociones más íntimas y usuales, aquellas que se hallan esparcidas entre los objetos que solo la precisión rescata del olvido y de los márgenes de la visión. Vacío de imposturas y de énfasis innecesarios, con un lenguaje que fluye por sí solo, sin necesidad de ser empujado en ningún momento, este libro refleja el rumor de un límite. Y lo hace no desde la declinación existencialista de las dudas y de la precariedad de la vida, sino desde su convencida celebración. Resulta asombroso que, en una colección de poemas en la que palabras tan conmemorativas como “prodigio” o “pródigo” se repiten con asiduidad, no exista un solo signo de admiración, un exabrupto emocional que eleve el tono de voz de la atmósfera casi susurrada en la que se sumerge el lector. La mejor poesía siempre sonará en voz baja. Y, desde luego, la de Dionisia García ha vuelto a demostrar que merece un lugar de honor en esa especie.

Temas

Sobre el autor

Detesto las sumisiones ideológicas, el pensamiento unidimensional, lo políticamente correcto. La disidencia no tiene hogar. Si no está a la intemperie, en cueros, vagando de un lugar para otro, es una estafa. Entre los territorios establecidos y sus patriotismos de pacotilla, una estrecha e inhóspita franja sin identidad: la tierra de nadie.


enero 2016
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031