“Que lo público funcione bien le interesa a los funcionarios y a los políticos, pero sobre todo, al conjunto de los ciudadanos” (Carlos Mas, Presidente de PwC España)
“En qué hay que transformar la Administración Pública española” es un interesante documento de la consultora PwC, coordinado por Jordi Sevilla, de obligada lectura para todos los interesados en los cambios que debe afrontar el sector público, necesarios, entre otras razones, porque “el escenario es diferente y en el siglo XXI no encajan modelos de otras épocas” y porque “si seguimos como hasta ahora, las cuentas no salen”.
Desde hace décadas se viene manejando vocablos como reformar, renovar, reinventar, modernizar o transformar, aplicados al cambio que deben experimentar las Administraciones Públicas. Personalmente, prefiero usar transformación para designar este proceso disruptivo, centrado en los ciudadanos, que debería marcar un antes y un después en el devenir del modelo de servicios públicos vigente.
Aunque también hay expertos que consideran sinónimos todos estos términos, como se puede apreciar en el video de la conferencia magistral titulada: “Los empleados públicos ante la nueva Administración” , impartida en Murcia hace 2 años por una autoridad en la materia como Manuel Arenilla, quien, disquisiciones semánticas aparte, deslizó muchas ideas que merecen ser analizadas con detenimiento.
Entresaco alguna de las frases que más me llamaron la atención:
Con respecto a la labor educadora y de sensibilización del coste de los servicios públicos, a la que aludió Arenilla en su intervención, es de destacar una iniciativa innovadora de la Agencia Tributaria poco conocida y quizá por eso, menos realzada: el Portal de Educación Cívico-Tributaria, que contiene un interesante material educativo para alumnos de ESO.
Otra iniciativa notable de transparencia con efectos bidireccionales (conocer en qué se gasta el dinero público, pero también en qué medida contribuye cada ciudadano) es la de Presupuestos Abiertos del Gobierno de Aragón, incluida en su portal de Open Data.
En la sección “¿Qué aporto yo?” se puede visualizar el desglose de las aportaciones personales que realiza cada contribuyente aragonés a los presupuestos públicos de su Comunidad Autónoma en función de sus ingresos.
Obviamente, el coste de los servicios públicos no se afronta a título individual, por lo que cabe exigir mesura y corresponsabilidad en el uso de los mismos por parte de todos. A título orientativo citaremos algunos datos de interés:
En el próximo y último post de esta serie, por el momento, dedicada a la transformación de la Administración Pública abordaremos temas controvertidos como los relativos al modelo del Estado del Bienestar y su sostenibilidad, al exceso de burocracia, al tamaño de las Administraciones Públicas o a la propia condición de funcionario vitalicio.
Y lo haremos sin complejos, con mentalidad abierta, aportando opiniones y experiencias que buscan defender lo público, por encima de ideologías o de otro tipo de intereses, pensando siempre en lo más conveniente para los ciudadanos, que somos los que pagamos….y mandamos.