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Antonio Botías

La Murcia que no vemos

Cien años del conservatorio de Massotti

Antigua sala del Conservatorio, en el Romea. / Antigua sala del Conservatorio, en el Romea.
Antigua sala del Conservatorio, en el Romea.

Antigua sala del Conservatorio, en el Romea.

El Conservatorio de Murcia se fundó el 23 de mayo de 1918. Y su fundador fue el poeta Pedro Jara Carrillo, poeta y director de ‘El Liberal’. Al menos, fundador sobre el papel. Porque en la edición de aquel día, en plena portada, solicitaba «a quien correspondiera» que impulsara la idea. A quien correspondía era a Isidoro de la Cierva y Peñafiel, senador. Por eso lo citó el periodista.

Luego, como suele ocurrir, se sumarían al proyecto muchos apellidos, se disputarían las medallas y el polvo de las hemerotecas sentenciaría al olvido la historia. Pero para eso, entre otras cosas, estamos aquí: para desempolvarla. En su artículo, Jara Carrillo alababa el impulso que daba a la música Pablo López presentando al «tenor Balaguer y el barítono Gil», una zarzuela del periodista Blanco Rojo y un homenaje a Fernández Caballero.

Considerada la ciudad como «un vergel de artistas», el periodista añadía que estaba «sin cultivo alguno». Era necesaria la fundación de un conservatorio y la «provincia sería una de las primeras en la producción de artistas de todos los géneros». Para ello haría falta «un profesorado adecuado a cada especialidad». En la nueva plantilla se encontraría el fundador de una saga ligada a la música: Massotti.

Manuel Massotti Escuder llegó a la ciudad en agosto de 1912. Así lo prueba un breve insertado en ‘El Diario de Murcia’ que anunciaba, en septiembre, la actuación del «joven y notable pianista valenciano don Manuel Massotti, que desde hace un mes se encuentra entre nosotros». El pianista no había perdido el tiempo.

Cuando apenas contaba unos días en la ciudad, logró el premio de un Certamen Musical organizado en la Feria. Poco después fundaría la Academia Fernández Caballero, dependiente del Conservatorio de Valencia.

Massotti Escuder protagonizó como virtuoso pianista memorables actuaciones, como haría al integrarse en el Cuarteto Beethoven, cuyo repertorio amplió al piano en 1951. Distinguido en numerosas ocasiones, destacó como compositor en muy diversos géneros hasta su muerte en 1981.

La jubilación de Massotti Escuder al frente del Conservatorio permitió a los murcianos recordar el origen de tan respetada institución. Y lo hizo con polémica incluida, lo que incrementó -como es inevitable- el interés de los parroquianos.

El barullo periodístico lo provocó una carta enviada desde Madrid a los medios murcianos. Su autora, Eloísa Puig, arremetía contra Massotti, a quien acusaba de atribuirse la fundación del Conservatorio. «Lo fundó mi padre, con la colaboración de otros tres grandes murcianos: don Isidoro de la Cierva, don Emilio Díez de Revenga y don Pedro Jara Carrillo». Ahí quedaba eso.

Una sabrosa polémica

Contaba Eloísa que la academia fundada en Murcia por Massotti «nunca fue un precedente del Conservatorio. Éste tuvo siempre un gran prestigio propio, y jamás tuvo, ni de cerca ni de lejos, nada que ver con ella».

Para colmar el vaso, advertía de que «en Murcia nos sobra arte, talento, gracia y solera para fundar Conservatorios y esculpir Dolorosas, sin necesitar ayudas extrañas, aún cuando estas vengan de una tierra tan vecina, querida y hermosa como Valencia».

La reacción de Massotti fue casi inmediata. También en forma de carta. Explicaba el catedrático que la creación del Conservatorio se fraguó en una reunión en el Círculo de Bellas Artes el 24 de junio de 1917, «en la que no se encontraba solo su padre» sino una lista de murcianos de pro.

En la misma reunión se creó una junta para la institución, formada por De la Cierva, Díez de Revenga, José María Hilla y Jara Carrillo. Tampoco estaba Puig. La respuesta de Massotti, educada hasta el extremo, incluyó datos de gran trascendencia, como el traslado del Conservatorio al primer piso del Romea, que fue acordado el 19 de junio de 1920, tras la cesión del local por parte del Consistorio.

El músico tenía razón en cuanto argüía. Basta escarbar en las hemerotecas para comprobar que la idea de crear un conservatorio surgió en 1917. Massotti estaba al frente de la Academia Caballero. La propuesta fue defendida en ‘EL Liberal’ por Jara Carrillo, bajo el seudónimo de Plácido Roger de Larra. Hasta la competencia le reconoció la idea, como el diario ‘El Tiempo’. O Isidoro de la Cierva, quien remitió una carta de agradecimiento al periodista.

En sucesivos días, ‘EL Liberal’ abundó en la propuesta, que más tarde se materializaría en agosto, ya incorporados al proyecto prohombres de la ciudad. Pero la idea partió de Jara Carrillo, quien el 26 de mayo rebelaba cómo «hemos pedido cuantos datos son precisos a las entidades de esta índole que existen en algunas capitales hermanas, datos que no tardarán en llegar a nosotros y que tendremos el gusto de ofrecer al ilustre murciano». Se refería a De la Cierva.

Hijo Predilecto

El entonces rector de la Universidad de Murcia, Batllé Vázquez, presidió la toma de posesión de Massotti como director del Conservatorio en febrero de 1960. Tras la vacante de su padre en el puesto, se eligió al hijo como sucesor. Era Manuel Massotti Littel, quién nació en Murcia el 25 de agosto de 1915 y para el que el PSOE en el Ayuntamiento de Murcia pide estos días el título de Hijo Predilecto.

Sería merecido. Como su padre, destacó como un genial pianista, lo que le permitió integrarse en la Orquesta Sinfónica de Murcia creada en 1934. Más tarde dirigiría el Orfeón Fernández Caballero y en 1940 conseguiría la Cátedra de Armonía del Conservatorio.

En abril de 1967 impulsó y presidió la Asociación de Amigos de la Música, cuyos integrantes ya habían impulsado durante las Fiestas de Primavera de aquel año un concierto. Sin olvidar sus miles de conciertos, su espléndida capacidad compositora, que le permitió ensalzar la ciudad y a sus gentes y una interminable lista de distinciones.

Quizá la mayor, incluso por encima de la Medalla al Mérito en las Bellas Artes, fuera la concesión de su nombre al Conservatorio en 1991. Manuel Massotti Littel falleció en 1999 pero su legado musical continúa, con elegancia y compás, palpitando en la Murcia que tanto amó.

Por Antonio Botías

Sobre el autor

Este blog propone una Murcia inédita, su pequeña historia, sus gentes, sus anécdotas, sus sorpresas, su pulso y sus rincones. Se trata de un recorrido emocionante sobre los hechos históricos más insólitos de esta Murcia que no vemos; pero que nos define como somos. En Twitter: @antoniobotias


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