Publiqué en una revista, hace no muchos meses, una interviú al único candidato político fantasma del que he tenido noticia. Toda mi entrevista al abogado y profesor de Derecho Penal de la Universidad de Murcia José Muñoz Clares, que come poco pero aún creo que respira, fue con motivo de una supuesta candidatura suya en “Ciudadanos”, para la que le habían contactado en su despacho dos concejales de este partido en Molina de Segura (más o menos la estructura de este partido que había por entonces en la Región). Todo estaba apalabrado a falta de una conversación personal con el fundador de C’s, Albert Rivera. Muñoz Clares me dijo, ya con la habitación neblinosa de su tabaco liado y tintineante de mis botellines de cerveza, algo que resultó profético: “les he dicho [a los de Ciudadanos] que no aspiro a número uno, yo detrás, que eso de estrechar manos de gente no; me dedico a pensar y no me gusta aparecer”. En efecto, jamás volvió a aparecer, por lado alguno.
Media docena de páginas de entrevista publicada para esto: nunca más nadie supo nada de nada del supuesto candidato Clares. Hubiese dado lo mismo que en lugar de hablar de su posible candidatura en Ciudadanos avanzase la exclusiva de que Clares iba para pionero colonizador de Marte, en la próxima lanzadera espacial, y que para ello sólo tenía pendiente una consulta via pantalla de plasma con el club Bildelberg. Yo me he recordado ahora de aquella entrevista imposible (el editor tuvo a bien sacar las fotos en un extraño color sepia, muy apropiado) al leer en la prensa que la inmensa mayoría de los murcianos no conocen de nada a los candidatos de Ciudadanos, de su líder regional para abajo. Lo primero que hay que comprobar es si en efecto hay candidatura de verdad en Murcia, no vaya a pasar lo de la otra vez y todo quede en la víspera. “Vísperas de todo, días de nada”. Hay un rayo de esperanza: el cabeza visible de C’s en Murcia ha salido en una foto sosteniendo una cruz de Caravaca de varias libras de peso, con lo cual al sostenedor le supongo una existencia orgánica más allá del diseño de la marca bajo la que se presenta (de lo cual me congratulo). Pero, ¿y lo demás en C´s de la Región, tiene existencia mensurable? No quisiera que más gente se quedara con la impresión borrosa de haber entrevistado a un aparecido que a mí se me quedó con el “no candidato” ciudadano Clares. A escala nacional alguien dijo interesadamente que C´s reclutaba miembros “en las cafeterías”, como si los demás partidos los reclutasen en las regatas Oxford-Cambridge; tras mi experiencia como interlocutor de candidatos irreales, me pregunto si los reclutaban en cafeterías o directamente en sesiones espiritistas o en el país de Irás y no Volverás.