Pocas oficinas de turismo pueden presumir de un emplazamiento tan privilegiado. Molina de Segura, la cuarta ciudad de la Región, estrena (¡por fin!) el próximo lunes sus dependencias de atención a los visitantes, en un enclave con mucha historia. Ubicadas en la calle Pensionista, número 3, en pleno centro urbano, están presididas por un tramo de la antigua muralla andalusí, de los siglos XI y XII. Es parte del cerco que recorría la parte baja del cerro del castillo y que protegía la población y la alcazaba. Según recuerda el arqueólogo municipal Felipe González, este lienzo defensivo fue descubierto en 1993 formando parte del muro medianero de una edificación declarada en ruina, y que terminó por comprar el Ayuntamiento. Tiene 1,30 metros de espesor y 5,4 metros de altura, y se completa con el arranque de una torre cuadrangular. Sorprendente.
La oficina de turismo aspira a convertirse en la puerta de acceso a Molina de Segura para los turistas. Asi que el público se adentrará en la historia de la que fue capital regional de la conserva nada más atravesar el umbral. Con más de 300 metros cuadrados útiles, distribuidos en tres plantas, las modernas dependencias, diseñadas por José Luis Largo Hernández y Andrés Lucas Esteve, también acogerán actividades culturales. De hecho, el estreno llega con la inauguración de la exposición ‘De carne y guasa’ del artista local Pepe Yagües.
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Lienzo de la muralla medieval que preside la oficina de turismo de Molina.
El nuevo centro de visitantes era la infraestructura básica que necesitaba la localidad para promocionar su patrimonio histórico, que en los últimos años se ha puesto en valor con el fin de intentar atraer turistas a la localidad. Molina se sacude así el ‘sambenito’ de ciudad industrial sin mayor atractivo. La muralla que ahora se puede admirar en la flamante oficina de turismo solo es el aperitivo. El cerro del castillo, con los restos de la fortaleza, también ha sido acondicionado como mirador, con una vista impresionante de la huerta, y restaurante. La guinda se pondrá cuando el Ayuntamiento desbloquee y ponga fin a las obras de construcción del museo del enclave de la muralla, donde se podrán admirar los restos de cinco torres, una puerta de doble codo y el foso exterior de la Molina medieval.