Murcia en fiestas nos trae a familiares y amigos que están el resto del año fuera de la ciudad. Uno de los más esperados, es mi amigo Lorenzo Meseguer, violonchelista en la Universidad Mozarteum de Salzburgo y que aparece en el centro de la foto en una reciente gira por China. Hoy conversamos con él sobre la 3ª sinfonía de Beethoven.
Para Lorenzo, la Heroica “supone el amanecer del ideal romántico, el individuo frente al mundo, el héroe. La obra rompe moldes estéticos del Clasicismo conteniendo nuevos elementos instrumentales, disonancias hasta entonces no utilizadas y, sobre todo, una masa sonora mucho más evolucionada que sus predecesoras”.
En el primer movimiento “Allegro con brio”, este músico resalta “la nueva función que Beethoven otorga a la voz del violonchelo, para el que escribe grandes pasajes expresivos y melódicos. Al final de este movimiento (compás 655), tenemos un ejemplo de dificultad para el chelo cuando tiene imitar, con la misma articulación y fraseo, lo que antes han tocado los violines. Al ser un pasaje rápido es más difícil ejecutarlo con un instrumento de tesitura más grave”.
El carácter del 2º movimiento, “Marcha fúnebre: Adagio assai”, está marcado por el diálogo inicial entre violines I y contrabajos, que después interpretan otras secciones de la orquesta. Para este chelista, “el contrabajo ejecuta un adorno de notas breves que da el sentido de la marcha y representa a la percusión. La dificultad musical del adagio fúnebre de Beethoven está en expresar la profundidad del reflejo sobre el “yo” humano, el héroe abatido”.
El Scherzo es muy delicado, con indicaciones de “sempre pianissimo e staccato”. Lorenzo destaca que “el reto se incrementa por la velocidad y los bruscos cambios de cuerda en el violonchelo a partir del compás siete. De nuevo, conseguir un carácter articulado ligero en un instrumento grave, imitando lo que han hecho los violines, es siempre complicado”.
El cuarto movimiento es el más complejo y variado: “hay 11 compases de introducción a modo de tormenta y la dificultad reside en los grandes pasajes de semicorcheas a gran velocidad (compases 84 y 99). Además hay a partir del compás 117 hay una fuga en la que la cuarta entrada la hacen los chelos (compás 137) y donde hay que respetar los diferentes planos sonoros y la importancia de cada voz”.
Otro de los puntos de gran intensidad expresiva de este último movimiento lo sitúa este músico en el “Poco Andante” del compás 349: “la dificultad de empastar la masa sonora con un fraseo de gran calidad solo se consigue con la buena utilización del legato de la mano izquierda: el vibrato”.
Agradezco a Lorenzo estas aclaraciones que nos descubren nuevas cosas en la música de Beethoven.