Entre los auditorios más interesantes desde el punto de vista arquitectónico y acústico del planeta Tierra, se encuentra el de la Radio de Dinamarca, sede de la Orquesta Sinfónica Nacional Danesa. Recientemente, esta prestigiosa formación ha incorporado como co-solista de clarinete a Pedro Franco López, uno de los más destacados jóvenes músicos nacidos en Murcia y formados en las principals escuelas europeas.
Pedro Franco completó su formación de Grado Medio en el Conservatorio Profesional de Murcia con los profesores Miguel Martinez Royo, Juan Esteban Romero y Manuel Rives. En 2006 ingresó en el Conservatoire de Musique de Ginebra (Suiza), recibiendo clases del malogrado Thomas Friedli, uno de los más célebres profesores de la escuela italiana, completando sus estudios con Michel Westphal. Posteriormente. se convirtió en el primer clarinetista español admitido en la Musikhochschule de Lübeck (Alemania), donde le impartió valiosos conocimientos la prestigiosa clarinetista Sabine Meyer. Desde 2012 estudia en la Universität der Künste (UDK) en Berlin bajo la tutela de François Benda.
Franco, tras su experiencia europea ha constatado la notable tradición musical que explica por qué en Alemania existen más orquestas que en el resto de Europa: “Tocando con músicos de alto nivel es con lo que más he disfrutado y aprendido. Entre los profesores, destacaría la transcendencia que le da Sabine Meyer a lo musical, a los aspectos interpretativos y a la inspiración, frente a la concepción más técnica del profesor Friedli. En Berlín nos insisten en la importancia de ser fiel a lo que dice la partitura. Sabine, por el contrario, cree que hay que hacer algo más con lo que tenemos en nuestra cabeza, hay que tartar de crear una historia o jugar con los colores musicales, por ejemplo”.
Desde el punto vista técnico, Pedro mantiene muy vivo el reto de dominar tanto el clarinete francés (el habitual en nuestro entorno) como el clarinete alemán, “más complicado a la hora de soplar, ya que su sección interna es cónica, su mecanismo de llaves más concentrado y la digitación a la hora de tocarlo es distinta”.
También existen diferencias para Pedro Franco en el modo de plantear la interpretación de determinados pasajes musicales: “En Berlín, seguimos el estilo austriaco, con una articulación muy clara tal y como la hace el fagot. En Lübek, predomina la tradición alemana, con un picado menos articulado y más largo, con más peso. En Ginebra, se sigue más el estilo francés, con un picado tipo «perlé»”.
En cuanto a las clases de cámara, de orquesta y de instrumento a las que asiste en Berlín, este joven músico cuenta que: “Siempre estudiamos con piano, con un pianista acompañante o activando el sistema de grabación que llevan incorporado. Tras la clase, el profesor entrega al alumno una fotocopia de la partitura con las indicaciones y sugerencias. Personalmente, siempre intento que me expliquen y razonen el por qué de las anotaciones, ya que esto es muy formative para mí”.
Comento con Pedro la facilidad que tienen los alemanes y austríacos para cantar en cualquier lugar y circunstancia sin sentir ninguna verguenza: “Creo que se debe a que estos niños, desde muy pequeños, cantan en un coro y tocan el piano, por lo que la parte musical ya la tienen interiorizada.”
Entre los proyectos de futuro de este inminente y flamante clarinetista de la Orquesta Sinfónica Nacional Danesa, están la gira por New York, Miami, Alemania y Polonia, tocando con músicos de la talla de Anne Sophie Mutter.
La imagen adjunta es del Auditorio de Copenhague, complejo arquitectónico muy interesante porque los dos edificios están comunicados por un puente y porque por dentro nos recuerda a la sede de la Filarmónica de Berlín. Además, a partir de la temporada que viene, sera el nuevo hogar de Pedro Franco.
Desde este post, reciba Pedro y su familia mi más sincera enhorabuena. Es un ejemplo de la determinación y el tesón que necesita la juventud.