Hace más de 30 años que un grupo de músicos de la Orquesta Filarmónica de Berlín (OFB) constituyeron el Sharoun Ensemble, una de las formaciones de música de cámara más importantes de Europa. Su nombre hace honor al apellido del arquitecto que construyó el edificio donde trabaja habitualmente la OFB, Hans Sharoun (1893-1972), un genio que combinaba con maestría la innovación y el respeto por lo tradicional (ver el post de Música Inesperada del 24.8.2013 titulado “El pentágono dorado”).
El Sharoun Ensemble es un octeto clásico que en ocasiones se amplia con músicos invitados o con directores de la talla de Claudio Abbado, Sir Simon Rattle, Daniel Baremboin o Pierre Boulez, entre otros.
Además de una importante actividad musical internacional abarcando un amplísimo repertorio, desde 2005, el Scharoun Ensemble lidera cada verano el Zermatt Festival (Alpes Suizos), donde organiza importantes conciertos junto a jóvenes músicos seleccionados que son integrados dentro de la famosa formación camerística.
Este año, el violonchelista murciano Lorenzo Meseguer (en el centro de la imagen) ha sido invitado de nuevo al festival para interpretar el Sexteto de cuerdas nº 2, opus 36 de Johannes Brahms, en el concierto celebrado el pasado 20 de septiembre.
El primer contacto de Lorenzo Meseguer con la OFB es a los 12 años de edad cuando recibe clases de Wolfgang Boettcher, el solista de cello en la época de Karajan: “Con él mantuve una relación bastante intensa en diferentes masterclases en Alemania y más adelante las he continuado con Martin Löhr, el principal cello en la actualidad. El año pasado, a raíz de una prueba que hice en la Philharmonie, me invitaron a este festival en los Alpes Suizos. Volver este año ha sido muy especial porque es muy difícil acceder a por el alto nivel y el carácter personal de la invitación”.
Para Lorenzo es un privilegio tocar junto a Kolja Blacher, el concertino de la OFB: “Tocar con los músicos de la OFB es un sueño cumplido. Desde pequeño veo los vídeos de la OFB y hoy día, es genial interpretar música codo con codo con ellos. En particular es un honor compartir escenario con Blacher con el que disfruto del sonido de la antigua escuela y del timbre tan especial que tiene”.
Desde luego, descubrir el Sexteto de Brahms con músicos de esta talla, debe ser impresionante: “Lo que más me impacta es cómo trasladan el concepto de música de cámara a la orquesta. Estas semanas hemos trabajado también en agrupación orquestal sin director, el Divertimento de Bartok junto a otras obras de Brahms y Beethoven con vientos y percusión y esto te da otra visión muy diferente de lo que es la música en conjunto.”
Lorenzo Meseguer resalta que una de las máximas del Sharoun Ensemble es simplemente disfrutar interpretando música: “Estamos viendo proyectos para seguir en contacto pero no puedo hablar sobre ello de momento. Ahora tengo que centrarme en otros objetivos. La temporada está plagada de conciertos y en breve me incorporo como músico en la Orquesta Balthasar Neumann de Friburgo bajo la batuta del maestro Thomas Hengelbrock”.
Además de desearle suerte a Lorenzo Meseguer, este año le seguiremos muy de cerca, porque tiene muchas buenas cosas que contarnos.