>

Blogs

Carlos Escobar

Música inesperada

Seducción mágica

En literatura, el mito de la mujer fatal aparece de una manera recurrente desde los tiempos bíblicos. Uno de los arquetipos más célebres es el de Carmen, la bella zíngara ideada por Prosper Mérimée y que luego recreó George Bizet con una música cargada de gran sensualidad, especialmente en la parte de flauta tan omnipresente en el foso de la orquesta.

Aunque ya hablamos de Carmen en Música Inesperada (ver post titulado “La natural indiferencia de Carmen” de 4 junio de 2013), creo que la personalidad de esta eterna gitana admite un nuevo análisis en profundidad.

Desde que Carmen se estrenó en la Ópera Cómica de París en 1875, la obra ha ido incrementando el éxito con numerosas representaciones por todo el mundo. Sin embargo, inicialmente esto no fue así, ya que la ópera de Bizet tenía una temática amoral, carente de romanticismo, con escasez de buenos sentimientos y además terminaba de forma trágica, lo que causó un gran impacto en la sociedad habituada a acudir a la Ópera Cómica en familia y a presenciar historias con un final feliz.

Volviendo al personaje principal, una cuestión a aclarar es si Carmen puede considerarse una auténtica mujer fatal por perversidad, consciencia de su poder de encantamiento y uso de sus atributos para manipular al hombre. Desde luego, lo que no tiene discusión es que la zíngara tiene en todo momento un perfecto control corporal, inteligente manejo de las ideas del bien y del mal y hábil dominio en la estrecha línea que separa la vida de la muerte.

Bizet nos muestra una Carmen que no es una criminal, sino más bien una astuta mujer con una admirable independencia y no está sujeta a normas. Básicamente, Carmen desea vivir la vida con intensidad, sin poner demasiado énfasis en aspectos como la libertad, el amor y el resto de las personas. Tampoco debemos etiquetarla como una mujer feminista, ya que más bien es individualista, con amores que no duran más de seis meses. Puede asegurarse que Carmen se muestra libre en el amor sin necesidad de rendir cuentas a nadie. Esta gitana andaluza que tanto seduce con su físico y con su mirada, es a la par ingeniosa y sincera, especialmente cuando previene a Don José de que si él la sigue, esto le acarreará problemas.

Nuestra protagonista nace libre y muere libre. Ella termina sabiendo su destino y lo acepta sin ninguna tipo de fatalismo. Carmen viste de rojo y de negro, los colores de las cartas en las que lee su propio destino. Precisamente, es ese momento de angustia ante la muerte, en el que en esta mujer reafirma más claramente su urgencia por vivir.

Carmen una mujer apasionante y universal. Volveremos a hablar de ella.

Temas

por Carlos Escobar

Sobre el autor


julio 2015
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031