>

Blogs

Carlos Escobar

Música inesperada

Musicalidad en el virtuosismo

 

La programación en el Auditorio de Murcia de la integral de los conciertos de piano de Beethoven es un acontecimiento cultural de primera magnitud. Estos cincos conciertos pertenecen al periodo medio del genio de Bonn, en el que compuso las célebres Tercera y Quinta sinfonías además del Cuarteto de las Arpas o la Sonata Waldstein.

El periodo del Clasicismo, en palabras de Clemens Kühn, supone una orientación musical distinta con respecto al Barroco, ya que la forma sonata adquiere jerarquía sobre la fuga, al igual que lo hace la sinfonía sobre el concierto y el cuarteto de cuerda sobre el trío. Esta preponderancia no supone una exclusión de las formas barrocas que siguen perviviendo en el Clasicismo como es el caso de estos cinco conciertos de Beethoven.

Una vez más, la genialidad del compositor alemán se refleja en la duración, sonoridad, cambios de tonalidad y concepción sinfónica de la integral de los conciertos de piano, en las que este instrumento cobra un papel relevante.

Aunque el propio Beethoven etiquetó sus dos primeros conciertos para piano como de “valor relativo”, lo cierto es que, estas composiciones influenciadas por las obras de Mozart y Haydn, son muy originales desde el punto de vista compositivo e interpretativo. El maestro ideó para el piano unas increíbles frases cantabiles en los movimientos lentos de estos dos conciertos.

El Concierto de piano número 3 está escrito en Do menor, una tonalidad muy venerada por el compositor (es la misma que la de la Quinta Sinfonía y la de Sonata Patética).  Se trata de una obra con un carácter enérgico y sombrío, donde el diálogo entre orquesta y piano tiene un destacado protagonismo.

En la partitura del cuarto concierto destaca el virtuosismo, los profundos contrastes y la importancia que cobra el pedal de resonancia, en parte consecuencia de la aparición de nuevos pianos de mecánica inglesa. El solista debe superar una serie de pasajes de extrema dificultad técnica, siendo especialmente destacable en Andante con moto central, quizás el movimiento musical que mejor representa a toda la integral en conjunto.

El Concierto para piano número cinco, llamado “Emperador”, fue el único que no estrenó personalmente Beethoven. Compuesto en la tonalidad de Mi bemol mayor (la misma que la Tercera Sinfonía “Heroica”), en él se produce la total interacción entre instrumento y orquesta, de forma que el compositor renuncia a la cadencia, en otras obras considerada el momento estelar del solista. Otra curiosidad que captaría cualquier oyente es la fusión de los dos últimos movimientos creando con un fragmento musical insertado con mucha maestría.

En definitiva, el equilibrio creado entre la individualidad del pianista y la orquesta, junto a la importancia que Beethoven otorga a la expresión y a la musicalidad, hace que estas obras sean consideradas como fundamentales para los solistas con visión artística.

Espero que estas dos veladas musicales de fin de semana les resulten irresistibles. Les garantizo que lo pasaran muy bien.

 

Viernes 25 de septiembre. 20 h. Auditorio Víctor Villegas. Conciertos para piano 2, 3 y 4 de Beethoven. Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. Solista: Javier Perianes. Dirección musical: Virginia Martínez.

Domingo 27 de septiembre. 20 h. Auditorio Víctor Villegas. Conciertos para piano 1 y 5 de Beethoven. Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. Solista: Javier Perianes. Dirección musical: Virginia Martínez.

Temas

por Carlos Escobar

Sobre el autor


septiembre 2015
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
282930