>

Blogs

Carlos Escobar

Música inesperada

Como buenos hermanos

A la sociedad burguesa vienesa de mediados del siglo XVIII le atraía la música sencilla, llena de ideales y capaz de interpretarse en espacios pequeños como las salas de palacio. El cuarteto de cuerda, además de ser una agrupación de instrumentos de la misma familia de cuerda, con un precio y tamaño razonables, incorporaba la filosofía e ideales de la nueva clase social por lo que pasó a ser una forma musical emergente.

Así, en un momento difícil de especificar a partir de 1750, el cuarteto de cuerda se consolidó en el ámbito de la música privada como género musical, por ser una conversación entre hermanos iguales cada uno con un rol y una identidad diferentes.

Siguiendo a Cibrán Sierra (El cuarteto de cuerda, Alianza Editorial 2014), la concepción dialéctica del cuarteto de cuerda permite que sus cuatro individualidades (dúo de violines, viola y violonchelo) confluyan en el mismo plano de igualdad, lo que era muy del gusto de la sociedad burguesa de la época.

De lo que sí estamos todos muy seguros es de que fue Franz Joseph Haydn el padre que consagró al cuarteto de cuerda como forma compositiva y lo hizo componiendo casi setenta cuartetos de gran calidad que en la actualidad constituyen un referente en la Historia de la Música.

Se dice que el joven Haydn compuso su primer cuarteto a petición del barón Fürnberg que solicitaba una obra que pudiesen tocar sus amigos aficionados a la música con motivo de una fiesta que organizaba.

Lo qué sí podemos decir es que el cuarteto de cuerda se convirtió para Haydn en el formato ideal en el que desarrollar toda su inventiva musical en cuanto a formas, melodías, armonías y ritmos, entre otros. Cibrán Sierra clasifica tres periodos creativos en la vida de Haydn. En el que llama como “primeros cuartetos”, Haydn definió el formato estructural y de publicación agrupándolos de seis en seis en las colecciones opus 9, 17, 20 y 33. Quizás les destacaría la última de ellas porque contenía el lenguaje musical que reflejaba tan bien la filosofía ilustrada.

Posteriormente Haydn vivió un segundo periodo insólito ya que es el primer músico vivo que alcanzó una fama notable internacional en el que compuso sus impresionantes opus 42, 50, 54 y 64. El tercer periodo es el de sus años finales en Londres y Viena y tiene interés porque escribió cuartetos dirigidos al público general y no tanto a la sala de palacio. De ellos los más famosos son los opus 76, escritos tras las muerte de Mozart y en los que hizo gala de una riqueza de recursos llenos de humor.

Les animo a descubrir el mundo Haydn que nos ofrece el lunes el Cuarteto Saravasti en su concierto. Encontrarán a un genio que nos habla con sencillez a la vez que nos emociona y nos activa.

Lunes 11 de abril, 20h. Auditorio Víctor Villegas. Ciclo del Cuarteto Saravasti: Cuartetos op 33, número 5 y 76, número 2 “Las quintas” de Haydn. La oración del torero de Turina. Cuarteto Americano op. 96 de Dvorak. Entrada: 12 euros (reducción del 50% para estudiantes).

Temas

por Carlos Escobar

Sobre el autor


abril 2016
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930