La música francesa acapara el protagonismo musical del próximo domingo. El Auditorio Víctor Villegas será el escenario donde la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia dirigida por Virginia Martínez interprete cuatro interesantes obras compuestas por maestros del nivel de Bizet, Chausson y Ravel.
Tzigane es la rapsodia de concierto para violín y orquesta compuesta por Maurice Ravel (1875-1937) que interpreta Lina Tur, la consolidada solista invitada para este concierto. Esta breve pero magnífica composición fue estrenada hace 92 años en un noviembre parisino como una pieza de exhibición dedicada a la violinista magiar Jelly d´Arányi. Realmente es una pieza de virtuosismo que contiene muchísimos retos técnicos y el temperamento propio de la sangre húngara. Se da la circunstancia de que la señorita d´Arányi era hija de la sobrina de Joseph Joaquim, el famoso solista de violín austrohúngaro que destacó también como compositor, director y profesor de música.
Para la versión original para violín y piano, Ravel invirtió dos años de su vida y empleó el piano-luthéal, un gran instrumento modificado que permitía al intérprete alterar el timbre del instrumento para aproximarse a las sonorizadas del laúd, arpa o el cembalón húngaro del siglo XVI. Tzigane tiene tres partes que nos recuerda a la música de Liszt, Paganini o Bartok.
En cuanto a Maurice Ravel, podemos decir que fue un compositor muy particular. Ya desde niño destacó como pianista sin que le faltara el estímulo de sus padres a la hora de compensarle económicamente según el tiempo que se sentase ante el instrumento. Bajo de estatura y muy perfeccionista, compensaba el pequeño tamaño de sus manos con unos pulgares largos. Sentía una especial pasión por Tristán e Isolda y era capaz de tocar la ópera Tosca al piano con una destreza singular.
Los amigos del compositor reconocieron que a pesar de su facilidad para la composición, tenía poca destreza manual en general. Su pasión por los objetos exóticos y los juguetes mecánicos explican que los sonidos de las máquinas de las fábricas llegasen a ser una fuente de inspiración en su obra. También era muy llamativa su pasión por los gatos y por los pájaros, cuyo canto imitaba a la perfección.
El próximo domingo podremos escuchar dos obras de Ravel en el auditorio. Escuchando su música, uno puede imaginar perfectamente en escena a este maestro bajito con sus zapatos de charol y su clásico pañuelo.
Domingo 13 de noviembre, 20 horas. Pavada para una infanta difunta y Tzigane de Ravel, Poème de Chausson y Sinfonía en Do de Bizet. Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, Lina Tur (violín). Virginia Martínez (directora titular). Entradas: 14, 12 y 8 euros.