Una fiesta para los oídos (I)
Esa tarde de verano, Gustav llegó a Krumpendorf. Estaba cansado del largo viaje que había realizado desde Los Dolomitas y sentía un fuerte dolor de cabeza. Ya le quedaba poco para llegar a casa. Sólo debía esperar al bote que lo llevaría hasta Maiernigg, al otro lado del lago Wörthersee. Decidió sentarse para tomar el […]