La sinfonía más famosa de la historia de la música lo es gracias al breve motivo de cuatro notas con la que ésta comienza y que curiosamente carece de carácter melódico. Esta pequeña célula musical compuesta por tres notas sol en corcheas y una blanca Mi bemol es como entendía Beethoven que el destino llamaba a la puerta. El compositor germano sentía especial predilección por los grandes temas (libertad, justicia, destino y heroicidad, entre otros) y por ello, sus sinfonías y su única ópera Fidelio son un compendio de los valores humanísticos más elevados. El viernes tendremos la oportunidad de escuchar la Quinta Sinfonía del genio de Bonn junto a otra de sus composiciones más sublimes, el concierto para violín y orquesta.
Lugar: Viernes 25 de enero a las 20 h en el Auditorio Victor Villegas.