El Viernes Santo musical por antonomasia es el del tercer acto de Parsifal, la última ópera de Richard Wagner, etiquetada por él mismo como festival escénico sacro. Se acerca la Semana Santa y con motivo del Día Mundial de la Voz, la Fundación Cajamurcia programa un concierto de piano con fragmentos de Parsifal y los correspondientes textos recitados. El pianista seleccionado para tan ardua tarea es Antonio Agustín González Hidalgo, profesor del Conservatorio de Murcia, que creará la atmósfera musical sobre la que las voces del arquitecto Juan Rodríguez, del médico Diego Sanz y del economista César Nebot, nos transmitirán los emotivas palabras del libreto de Parsifal.
La música de Parsifal “es muy bella con momentos de verdadera inspiración lo que la hace de agradable audición”, nos dice Antonio González. “Contiene armonías avanzadas del Post Romanticismo con acordes alterados que crean sensación de inestabilidad, así como el uso de la melodía infinita o en espiral, que nunca termina debido a sus largas frases y las transiciones que ensamblan unas partes con otras. Por último, el exacerbado cromatismo contribuye a crear la sensación de algo que te atrae, te envuelve y te absorbe”.
Antonio Agustín reconoce que preparando los fragmentos de Parsifal no ha podido evitar interesarse de nuevo por toda la literatura que rodea al compositor: “Estudiando a fondo la partitura de esta obra, uno termina narcotizado con las melodías y temas wagnerianos, que se meten hasta el tuétano y los sigues oyendo cuando te acuestas y durante la noche”.
Este profesor de piano justifica que la aparición recurrente de los leitmotiv o pequeños temas musicales que representan a personajes, objetos, sentimientos y otros elementos dramáticos, hace que esta música de Wagner se nos quede incrustada.
Con respecto a la preparación del concierto, Antonio opina que “el reto para un pianista no consiste tanto en sustituir toda la paleta de colores y la variedad de instrumentos de la orquesta. Esto es imposible con un piano, y ya de entrada es una batalla perdida. En mi opinión, se trata más de aproximarse a la idea musical y dramática que hay detrás de la partitura. Hay fragmentos musicales con muchos cambios de tempo y que hay que ensamblar sin que se pierda la continuidad. Wagner usa mucho el trémolo en los instrumentos de cuerda y esto es complicado al piano, lo que supone un trabajo sobre el que hay que pensar y planificar. En algunas partes de la obra trato de tocar la parte vocal que correspondería a los cantantes mientras que en otras, no es tan necesario por que la melodía la dobla la orquesta”.
Parsifal es un drama wagneriano donde aparecen ideas universales de compasión, renuncia al deseo, amor, sacrificio y redención, entre otras. El pasado de los personajes los atormenta en escena y esto es especialmente significativo con la herida de Amfortas, un recordatorio recurrente del pecado de caer seducido en la tentación ignorando las obligaciones. La herida de Amfortas representa al eterno sufrimiento de la Humanidad, lo que es estos días de Semana Santa tiene una especial significación.
Jueves 11 de abril, 20h. Aula de Cultura de Fundación Cajamurcia de Gran Vía. Día Mundial de la Voz. “Vísperas de pasión. Escenas de Parsifal”. Antonio Agustín González Hidalgo (piano). Juan Rodríguez (Gurnemanz), Diego Sanz (Amfortas) y César Nebot (Parsifal). Entrada libre hasta completar aforo.