Cuerdas de goma
El virtuosismo es contagioso. Al menos, eso debieron de pensar los contemporáneos de Franz Liszt que lo acompañaron a los conciertos que ofreció Niccolò Paganini en la Ópera de París allá por 1831. En ese momento, Liszt era un joven de 19 años que, escuchando al mejor violinista de todos los tiempos, se conjuró […]