Wolfgang Amadeus Mozart es un maestro de la música de cámara. A lo largo de su vida, pasa por periodos muy creativos en la composición de cuartetos de cuerda. En 1773 escribe los seis cuartetos italianos y, meses más tarde, los seis cuartetos vieneses. Pero es en la capital austríaca donde, nueve años más tarde, ven la luz sus famosos cuartetos “dedicados a Haydn”, con claras influencias de este músico y del gran Juan Sebatian Bach.
El primero de los cuartetos de cuerda “dedicados a Haydn” es el “Cuarteto Primavera” o número 14 en sol mayor K. 387. En esta obra Mozart hace gala de su maestría en el arte de la fuga y de su habilidad fuera de lo común para jugar con la armonía y las disonancias.
El martes escucharemos en Murcia esta joya de la música de cámara interpretada por el Cuarteto Saravasti, que toma su nombre de la diosa hindú de la sabíduría y de las artes. Siempre es interesante conocer la visión del músico que, es esta occasión, es Diego Sanz, violinista de esta formación (en la imagen, el segundo por la izquierda) . Diego nos invita a prestar mucha atención sobre “el segundo tema del primer movimiento -Allegro vivace assai-, que es presentado por el segundo violín para, a continuación, compartirlo con el violín primero y la viola”.
La obra contiene un Menuetto en el segundo movimiento, seguido por un Andante cantabile en Do mayor “con un lirismo del violín primero capaz de transmitir la extrema sensibilidad y exquisitez musical de este genial compositor”.
El cuarto movimiento Molto Allegro es el único de los últimos cuartetos de Mozart que tiene un “tema fugado de cuatro notas redondas iniciado por el violín Segundo y que nos recuerda el cuarto movimiento de la Sinfonía nº 41 “Júpiter” con el que comparte muchos detalles musicales”.
En una entrevista reciente en el diario “El Mundo”, la soprano Bárbara Hendricks alerta del riesgo de malnutrición musical en la sociedad si no se educa en esta disciplina. Desde este blog agradezco a las agrupaciones que, como el Cuarteto Saravasti, programan música de Mozart, ya que este compositor es un “aminoácido esencial” en una dieta musical sana, complete y equilibrada.
Esta obra hay que escucharla en directo al menos una vez en la vida. Se van a emocionar mucho al identificar con claridad cada una de las cuatro voces (dos violins, viola y violonchelo) para las que compone Mozart.
Martes 28 de Mayo, 20 h. Auditorio Víctor Villegas. Cuarteto de cuerda K. 387 de W.A. Mozart y Quinteto con piano Op.81 de A. Dvorak. Cuarteto Saravasti y Miguel Baró (piano). Entrada 12 euros (consultar descuentos).