Sonata de juventud (I) | Música inesperada - Blogs laverdad.es >

Blogs

Carlos Escobar

Música inesperada

Sonata de juventud (I)

 

Esa tarde, al finalizar la consulta, el Doctor Maier tenía previsto asistir a su habitual partida de cartas. Ya había prescrito el tratamiento del señor Vogt, el último paciente de ese día, cuando éste se quedó ensimismado con el retrato del mueble auxiliar del despacho.

La expresión radiante del joven violinista de la fotografía le incitó a preguntar cómo se llamaba. Vogt, al escuchar el nombre de Víctor Schulz, músico a punto de finalizar la carrera de violín y ahijado del doctor, sintió tal estremecimiento y angustia, que su médico se inquietó por su repentino cambio de actitud.

Ernst Vogt sacó un pañuelo y, de manera poco coordinada, secó la súbita y profusa sudoración que  inundó su cara y cuero cabelludo. De repente, rompió a llorar y, en ese instante, el Doctor Maier comprendió que algún recuerdo de Vogt había aflorado al contemplar el retrato del joven Víctor. Estaba seguro de que sólo algo terrible había podido provocar tanto dolor y desesperación en el paciente.

Transcurrieron al menos tres minutos antes de que el derrumbado Vogt pudiese contener sus gemidos y secar el sudor de un modo más sereno y efectivo: “Perdóneme doctor. Estoy avergonzado. Me ha venido a la mente una historia que me persigue desde la juventud y que vuelve una y otra vez, sobre todo en los momentos de soledad. Disculpe usted que no haya sabido controlarme y lo haya entretenido con mis problemas. Doctor, hoy debe usted de estar muy cansado tras atender a tanta gente y no sabe lo que siento haberme comportado así”.

El doctor Maier, ante este hombre tan avergonzado, trató de liberarlo de su sensación de culpabilidad y lo tranquilizó para que recuperase pronto el control de la situación: “Por favor, Vogt, no se preocupe por lo ocurrido. He visto su expresión de angustia y por encima de mi condición de médico, soy una persona. Si puedo ayudarle, si quiere contarme algo, … en fin, estoy a su disposición, si usted quiere.

Vogt volvió a pasar el pañuelo por toda su cabeza y prosiguió su relato: “Doctor, lo que le voy a contar no lo sabe nadie de mi entorno. Ni siquiera mi familia.”
                                                                                                                                                                              (continuará)

Temas

por Carlos Escobar

Sobre el autor


agosto 2014
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031