El día de Todos los Santos nos acerca a la figura de Don Juan en las distintas versiones teatrales y operísticas.
En mi opinión, uno de los ejemplos donde se muestra de forma más creíble este arquetipo tan latino y universal, es la ofrecida por el binomio Lorenzo Da Ponte – Wolfgang Amadeus Mozart en la inmortal ópera “Il dissoluto punito ossia Il Don Giovanni”.
Don Giovanni es una de las mejores obras que escribió Mozart ya que es perfecta desde el punto de vista musical. En ella, cada fragmento tiene tanta calidad que, independientemente de por dónde comencemos a escucharla, nos emociona y nos apasiona.
La personalidad de Don Giovanni es tan humana que, conforme transcurre la obra, acabamos sintiendo compasión por él. El mérito de Mozart estriba en la definición de cada situación y en el dibujo de la esencia de los personajes. No deja de ser un tanto paradójico que en un tema tan poco moralizador, acabemos sintiendo cierta admiración por este personaje finalmente castigado de manera dramática y edificante. Podría decirse que la música de Mozart permite que sobrevolemos la irracionalidad de Don Giovanni y nos acerquemos a él en contra de nuestras convicciones morales.
Mozart, como aclara Lang en “La Experiencia de la Ópera”, nos presenta un Don Giovanni orgulloso, decidido, valiente y fuerte que no es un traidor despreciable ni un violador. Realmente, es un amante que pone toda su pasión y ardor para conquistar el corazón femenino de una forma auténtica y legítima, aunque no mantenga un compromiso más allá del primer encuentro.
En Don Giovanni, los tres personajes femeninos sienten atracción por este caballero tan cínico en el amor. Doña Anna, impulsada por el deseo de venganza, no deja de tener momentos de desconcierto por el amor que siente hacia Don Giovanni. Doña Elvira es un personaje femenino muy interesante porque sufre una transformación durante la ópera que cristaliza en un sentimiento solidario de compasión y perdón. Finalmente, Zerlina es una avispada campesina que conoce las intenciones del seductor pero a la que le divierte la tentación ante las insinuaciones que recibe.
Quedan muchos aspectos por comentar en esta obra de arte. Estoy convencido de que a ustedes les fascinará descubrirlos (o re-descubrirlos) inmersos en la audición de Don Giovanni.