Con motivo del próximo concierto de la ösrm en torno a la figura de Robert Schumann (1810-1856), comentamos algunos de los aspectos más destacables de la vida del famoso compositor alemán.
Considerado como uno de los más prodigiosos poetas de la historia de la música, Schumann destacó como compositor y crítico musical, si bien tuvo que abandonar la carrera de pianista y más tarde la de director de orquesta. En concreto, este músico sufrió distonía focal en el cuarto dedo de su mano derecha, una enfermedad que se caracteriza por la contracción simultánea de los músculos agonistas y antagonistas, con la consiguiente alteración de la movilidad del mismo.
Enfermo de sífilis por una relación anterior, el compositor se enfrentó a la persistente oposición de su primer profesor de piano para casarse con su hija, una fabulosa pianista nueve años más joven que él. Por fin, tras apelar a los tribunales, Robert y Clara Wieck pudieron contraer un matrimonio que resultó intenso en complicidad aunque salpicado por las crisis nerviosas del músico.
Con una adolescencia marcada por el fallecimiento de su padre a consecuencia de una enfermedad nerviosa, Schumann fue un joven con un carácter muy sensible y con continuos achaques nerviosos, compatibles con cuadros de delirios paranoicos. Son conocidas las frecuentes y continuas alucinaciones auditivas en forma de incesantes ideas musicales que no era capaz de transcribir en la partitura con la rapidez necesaria.
En una fría noche de febrero de 1854, Schumann intentó ahogarse lanzándose al río Rhin, pero unos pescadores lo rescataron con vida. Ingresado en el Sanatorio de Endenich, cercano a Bonn, falleció poco después de cumplir los 46 años.
La idea del suicidio rondaba la mente de Schumann desde hace tiempo, tal y como se refleja en su poco entendida ópera Genoveva. El tema de la muerte inminente también constituye un tópico musical que puede apreciarse en la Obertura de Manfred, que es una de las obras de más calidad del maestro alemán junto a sus canciones, sinfonías, obras de piano y conciertos. Uno de ellos es el que escribió para violonchelo y que también escucharemos en el Auditorio.
Este compositor, paradigma del Romanticismo, tiene la virtud de sumir al oyente en un clima poético y melancólico. Sean cuidadosos por favor, podrían alucinar…
Jueves 22 de Octubre, 20 horas. Auditorio de Murcia. Obertura de Manfred y Concierto para violonchelo de Schumann. Suite número 4 Mozartiana de Chaikovsky. Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. Guillermo Pastrana (violonchelo). Virginia Martínez (Dirección musical). A las 19 horas hay una interesante charla preconcierto con la colaboración del Profesor José María Caballero.