Las precampañas en la ciudad de Murcia de los alcaldables José Ballesta (PP) y José Ignacio Gras (PSOE) difieren como la noche al día. No me refiero al contenido de las propuestas, sino al ritmo que cada uno imprime a la carrera electoral. Ballesta ha salido lanzado como Emil Zátopek hacia la meta, mientras Gras tiene ese punto zen de quien practica yoga. Queda menos de un mes y esto puede acabar con el vencedor doblando al segundo o como la fábula de la liebre y la tortuga, con el teórico favorito hiperventilando y con un palmo de narices. Supongo que estarán dosificando esfuerzos, aunque veo a Ballesta a veces pasado de frenada (a este paso va a prometer la vacuna del sida en seis meses) y a Gras con el freno puesto (a este ritmo va a concretar poco y demasiado tarde). Y ojo que aquí hay más corredores en liza.