La guayabera del Caribe es prenda de etiqueta en muchos países, pero el Rey Juan Carlos, que se la puso por primera vez en la Cumbre Iberoamericana de 2002, no logró convencer al expresidente José María Aznar, que a la postre, quién si no, fue el único mandatario con americana en Punta Cana. Me viene a la memoria al comprobar que PAS, nuestro presidente regional, transita de despacho en despacho por La Habana con traje y corbata, lo que resulta tan extraño como ver a una pareja sin críos de atracción en atracción en Disneyland París. Pero si llega a acuerdos económicos beneficiosos para la Región, bienvenidos sean. Cuba está lejos de ser un paraíso de las libertades públicas, pero hay una apertura económica en ciernes que la Región puede aprovechar si genera confianza y cercanía. Mejor entonces, presidente, a guayabera abierta, a lo cubano.