Tengo aprecio y respeto por Pedro Antonio Sánchez. Confío en la Justicia y, salvo que ésta me convenza finalmente de lo contrario, creo que es una persona honrada. La querella de la Fiscalía, a raíz de una denuncia del PSOE, ve indicios de delitos y le complica su futuro inmediato: el 98% de los murcianos no quieren imputados en las listas y es difícil que sus dos causas se resuelvan a tiempo. Cuando estuvo a un paso de ser designado presidente regional, expresé mi convicción de que no debía asumir el cargo mientras tuviera una imputación. Por encima de las personas están el prestigio de las instituciones, el imperio de la ley y la necesidad de recuperar la confianza ciudadana en la democracia. Eso no significa que no importen las personas. Por eso le deseo suerte y entereza en su laberinto judicial.