Finalizó el año de la Capitalidad Gastronómica, pero no la intensidad y frecuencia de la atención sobre este sector vividas en 2021
Tuvo su polémica. Hubo quien la tildó de ‘naif’, de ‘ridícula’, y a otros les recordaba una famosa imagen asociada a los Rolling Stones. Pero, como siempre, lo importante en publicidad y comunicación es que se hable de algo, y al final, la famosa lengua, tan versátil y multicolor, creada por la agencia 100 x 100 como marca de la Capitalidad Gastronómica de Murcia, se impuso y se quedó entre nosotros.
Termina el año 2021 y con él se extingue el título que ha ostentado la Región de Murcia de Capital Española de la Gastronomía, otorgado (pago de canon mediante) por la Federación Española de Periodistas Turísticos (FEPET). El segundo. El segundo año, porque, en realidad lo fue originariamente en 2020. Sin embargo, el tsunami del Covid 19 barrió el recién nacido programa de actividades diseñado por la Consejería de Turismo, a través del Itrem y el Ayuntamiento de la capital. Finalmente, ambas administraciones negociaron con la FEPET para prorrogar un año más esa condición, ante las excepcionales circunstancias que concurrían- Muy mala suerte. Aún así, la pandemia, si bien fue contenida gracias a la vacunación, ha seguido creando grandes dificultades en los sectores de la restauración y la hostelería y a cualquier tipo de programación.
Creo que el título de Capital Gastronómica carece ‘per se’ de cualquier valor. Se obtiene pujando por él y pagando un canon. Sin embargo, supone un pretexto y un compromiso que la ciudad o la comunidad que lo asume se autoimpone, y que obliga a las administraciones a centrar el foco sobre la gastronomía y el turismo gastronómico, liberando presupuestos y elaborando programas, que en otras circunstancias nunca verían la luz. Y ese ha sido el caso de la región de Murcia. Nunca antes la presencia de la Comunidad en las grandes ferias y congresos internacionales fue tan potente. Tanto en Madrid Fusión como en San Sebastián Gastronómica, los dos congresos de gastronomía más relevantes del mundo, la Región acudió como patrocinador preferente, con un espectacular stand, entre los más grandes de las respectivas ferias, repleto de actividades a cargo de un batallón de más de dos docenas de los mejores cocineros. En 2020 se grabó en el centro de la capital uno de los programas de Master Chef, poniendo a Murcia ante toda España, en uno de los programas de más audiencia de la parrilla televisiva. Durante el año que termina, responsables de la Consejería de Turismo viajaron por ciudades de media España presentando ante las autoridades y los medios locales y regionales de cada territorio los valores culturales, patrimoniales, ambientales, gastronómicos y, en definitiva, turísticos de esta tierra. En casa, se programaron centenares de actos repartidos por toda la Región –catas, demostraciones, visitas, showcookings, charlas…– incluyendo un ciclo de foros que bajo el título genérico de ‘El Territorio en el plato’ reunió a decenas de especialistas que debatieron diferentes aspectos relacionados con la gastronomía en Yecla, Lorca, Caravaca, Cartagena y Murcia…
Con todo, lo más importante no es esto. Lo más importante es que la lengua seguirá sacada. Parece claro que «sin reactivación turística no hay reactivación económica en la Región de Murcia», según expresó recientemente el consejero de Turismo, Marcos Ortuño. Y sin el concurso de la gastronomía no hay reactivación turística, añado yo. Termina, si, la vigencia del título de la capitalidad, pero en los plantes del Instituto de Turismo está el mantenimiento de la intensidad de la atención al sector del gastroturismo, con una programación específica que está siendo elaborada para mantener la ‘velocidad de crucero’ lograda este año que termina. Además, la Comunidad pondrá en marcha el Plan Estratégico Horizonte 2030, que presentará en enero, justo antes de la gran feria del turismo, Fitur.
Por su parte, el Ayuntamiento de Murcia está inmerso en la elaboración del Plan Estratégico de Turismo de Murcia 2021-2025, que ha de orientar las políticas turísticas de la capital, ante un mercado con demandas cambiantes.
Esta capitalidad gastronómica ha sido una buena oportunidad, un pretexto, si se quiere, para desplegar un gran programa de comunicación y promoción de la gastronomía, la hostelería, la cultura, el patrimonio y los valores medioambientales de la Región que permita al sector dar un salto de calidad. Porque los objetivos centrales son dos: cambiar a mejor para siempre nuestra restauración y construir para Murcia un destino gastronómico de primer orden para viajeros nacionales y extranjeros. Así que seguiremos con la lengua fuera.