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Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia

¿Tocar Consciente o en Piloto Automático?

La idea de volver a escribir para el colectivo musical que forma la Federación de Bandas de la Región de Murcia, tanto amateurs como profesionales que forman parte de alguna de las Bandas de Música que la componen, ha sido la necesidad de poner en énfasis sobre cuestiones no musicales, pero que impiden en cierta medida, la ejecución musical como una consecuencia “oculta” de un mal rendimiento del cuerpo y de la mente, que es muy necesario en nuestro quehacer musical, ya sea desfilando, sentados en un concierto, en los ensayos, o incluso de pie en nuestro estudio o clases.

Intentaré aportar una serie de ejercicios para que podáis entender y trabajar todo lo que aquí quiero expresar.

Primero quiero aclarar que para mí, las “técnicas de concienciación corporal” son aquellas que tienen como objetivo desarrollar la seguridad necesaria, a través de aspectos físicos y psíquicos, es decir no musicales, para afrontar un buen rendimiento con el instrumento en nuestras manos. Las cuestiones mencionadas anteriormente, son meras herramientas que emplearemos en adquirir la confianza en nosotros/as mismos/as, para que las horas que empleamos con nuestro instrumento se vean reflejadas en una interpretación acorde con nuestros pensamientos y sensaciones, bien sea en el lugar de estudio, en las clases, en audiciones, tocando por la calle, sentados en un ensayo o en un concierto, etc. y así deshacernos de cuestiones como: la crispación, la tensión y porque no, del miedo escénico, como consecuencia de unas malas sensaciones y sus respectivos pensamientos negativos.

Se conocen dos tipos de relajación: una física y una mental. La física consiste en lograr la relajación de cada uno de los elementos físicos (músculos, nervios y órganos internos, etc.) que utilizamos para interpretar con nuestro instrumento. En cuanto a la relajación mental consiste principalmente en utilizar técnicas apropiadas para que la mente preste atención a aspectos que nos lleven a una necesaria relajación.

Existen varios tipos de relajación basados en dos grandes métodos occidentales:
– El Entrenamiento Autógeno de Schultz (1884-1970, neurólogo y psiquiatra alemán).
– La Relajación Progresiva de Jacobson (1888-1983, psicólogo y psiquiatra americano).

Intentaré explicar cada una de ellas para saber un poco más y quizás alguien pueda aplicarlas en algún momento dado:
* El Entrenamiento Autógeno de Schultz: Según Johannes Heinrich Schultz: “El principio sobre el que se fundamenta el método consiste en producir un cambio en el sujeto que lo experimenta mediante determinados ejercicios fisiológicos y racionales y que permite obtener resultados idénticos a los que se logran con los estados sugestivos auténticos”, es decir, con algunas prácticas hipnóticas.

* La Relajación Progresiva de Jacobson: es una técnica desarrollada por el estadounidense Edmund Jacobson que consiste en el entrenamiento para relajar los distintos grupos musculares del cuerpo. Según Jacobson, de esta manera se obtiene una prevalencia del sistema parasimpático sobre el simpático en el cerebro y, por consiguiente, una inhibición de los centros diencefálicos (síntomas fisiológicos) de la ansiedad.

Este método tiene tres fases:
1. La primera fase se denomina de tensión-relajación. Se trata de tensionar y luego de relajar diferentes grupos de músculos en todo su cuerpo, con el fin de que aprenda a reconocer la diferencia que existe entre un estado de tensión muscular y otro de relajación muscular. Esto permite el logro de un estado de relajación muscular que progresivamente se generaliza a todo su cuerpo. Se debe tensionar varios segundos entre cinco y diez minutos y relajar lentamente.

2. La segunda fase consiste en revisar mentalmente los grupos de músculos, comprobando que se han relajado al máximo.

3. La tercera fase se denomina relajación mental. En la cual se debe pensar en una escena agradable y positiva posible o en mantener la mente en blanco, se trata de relajar la mente a la vez que continúa relajando todo su cuerpo.

Estas tres fases pueden durar entre 10 y 15 minutos y se pueden repetir varias veces al día, sin tener nada de prisa.

También ayuda a la relajación corporal y a reorganizar el cuerpo practicar Yoga o Meditación, algo que en estos tiempos está en auge con el tema del “Mindfulnes”

Respecto a unos buenos hábitos posturales, hay que decir que lo más cercano que tenemos para documentarnos sobre éste tema es sobre “la ergonomía”, pero está enfocada más hacia saber el porqué de los utensilios que utilizamos para una buena colocación del cuerpo, tanto sentado como tumbado. Los especialistas en este campo advierten que mantener la misma posición durante largos períodos de tiempo resulta perjudicial para los músculos y las articulaciones, por lo que se hace necesario evitar posturas continuadas que puedan someter a determinados grupos musculares a mucha tensión, y acaban por atrofiarse.

La opción que nos queda es hacer varios descansos en la sesión de estudio, hacer una serie de estiramientos, practicar algún deporte o realizar ejercicio físico a ser posible aeróbico y que se practique al aire libre.

También es bastante importante alternar con un masaje muscular, o bien externo o propio (auto-masaje), que es una posibilidad que también ayuda a mejorar la recuperación muscular, beneficiando además la circulación sanguínea y aliviando el dolor y la tensión.

Pero además, lo ideal es conocer nuestro cuerpo, aprender a escucharlo y a educarlo desde el principio, sobre los hábitos que debemos tener ante cualquier movimiento y en nuestro caso como músicos, a la hora de tocar un instrumento. Para ello existen diferentes técnicas que nos ayudarán a conseguirlo, como por ejemplo: La Técnica Alexander.

Es un método de reeducación psicofísica que aplicado al músico mejora el uso del cuerpo afectando positivamente a la calidad de la interpretación, del estudio, de la presencia en escena y por tanto del sonido. Con él, se recupera la libertad de movimientos que toda persona tuvo en su niñez, carente de malas costumbres posturales. La interpretación musical, debido a los condicionantes propios de cada instrumento, estimula la aparición de posturas impropias causantes de lesiones, agotamiento físico, baja calidad sonora y falta de concentración.

También ayuda a aumentar la conciencia de uno mismo dentro de la acción. Su propósito es que el cuerpo esté organizado para moverse con un mínimo esfuerzo y un máximo rendimiento.

La visualización mental es la formación de la imagen mental de un concepto abstracto. Es una técnica (adoptada en la actualidad por la ciencia médica), que apoyándose en técnicas de relajación profunda, como la respiración, conduce hacia el foco del problema, aportando soluciones imaginativas y eficaces para problemas concretos.

Para practicarla debemos buscar un lugar cómodo, utilizando en algunos casos estímulos externos (aromas, ruidos, sensaciones visuales, etc.) y con los ojos cerrados, respirar profundamente de manera regular y lenta hasta lograr un estado de plena relajación y dirigir la mente a corregir las áreas de la vida que no funcionan como se quiere, o avanzar hacia el objetivo que se ha marcado.

BIBLIOGRAFÍA

– ROSSET LLOBET, JAUME y FÁBREGAS SILVIA: “A TONO MÚSICO. Ejercicios para mejorar el rendimiento del músico”. Ed. Paidotribo. 2005
– SARDÁ RICO, ESTHER: “En forma: ejercicios para músicos”. Grupo Planeta. 2003
– PINTANEL BASSET, MONICA: “Técnicas de Relajación Creativa y Emocional”. THOMSON. 2006
– CLIMENT MATEU, IGNACIO: “Ergonomia y Prevención de lesiones músculo – esqueléticas en músicos”. CFIE ASTORGA. 2005
– MARTÍN LÓPEZ, TOMÁS: “Como tocar sin dolor. Tu cuerpo tu primer instrumento”. Ed Piles. 2015

Francisco González Hernández.
Prof. del RCPM de Almería y miembro de la AJAM (Asociación Jumillana de Amigos de la Música).

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