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Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia

Esperemos que no llegue el día en el que perdamos las bandas de música

Es irremediable sentirse decaído actualmente por la crisis que vive el mundo, y dirán ustedes – se referirá a la crisis generada por el virus ese que nos tiene confinados a gran parte de la humanidad -, pues no.

Primeramente, entiendan que, en los malos momentos tendemos a sacar lo mejor de cada uno, y es ahí donde aflora la adaptabilidad y el ingenio que tanto caracteriza al ser humano.

Es curioso cómo las escuelas de las sociedades musicales de la región se han adaptado, de la noche al día, para la impartición de clases a través de los medios tecnológicos actuales. Difícilmente esto hubiera sido posible hace unos pocos años, pero en la actualidad, ha sido relativamente fácil. Incluso hemos visto cómo, haciendo uso de ellos, músicos en colaboración con otros músicos, desde el confinamiento, inundaban de grabaciones caseras las redes sociales con marchas de procesión o pasodobles, a grito de nostalgia por no poder participar de las distintas y diversas actividades musicales. Pero esta realidad anda alejada del escenario que se presenta para la música, en especial para las bandas.

Mi nombre es Francisco J. Blanco Corbalán, y soy director invitado de la Banda Sinfónica de la Federación de la Región de Murcia durante este año 2020, y de primera mano les puedo contar lo que supone cancelar toda actividad musical indefinidamente.

Hace unos meses, justo antes de decretarse el estado de alarma, nos encontrábamos realizando, con la Banda Sinfónica, el último de los ensayos de preparación para plasmar un programa dedicado a compositores de la tierra, en el ciclo de conciertos en la Región de Murcia, que habitualmente efectúa la formación todos los años, pero como el resto de actividades, se tuvo que aplazar, haciéndonos sentir impotentes ante la situación de quedarnos a las puertas de concluir meses de trabajo de músicos, directiva y director, y con la incertidumbre de no saber cuál será el futuro próximo. Futuro incierto para todas las bandas.

Como director de la Unión Musical “Santa Cruz” de Abanilla, les puedo decir que supone una difícil situación la que nos acontece. Si bien, en nuestro caso hemos podido mantener la escuela de música hasta final de curso, no podemos decir lo mismo en cuanto a la banda titular, que se ha visto obligada a anular todas sus actuaciones, como tantas agrupaciones musicales del país. Y como decía anteriormente, el futuro es dudoso, ya que toda actividad inmediata supondría inevitablemente ensayos presenciales, que pondrían en riesgo a todos los componentes de la formación, o la propia realización de eventos que conlleven la concentración de personas, tanto en espacios abiertos como en espacios cerrados. Y es ahí donde aparece el problema para las escuelas de música, que se mantienen, en una gran parte, por las actuaciones que realizan, durante el año, sus bandas.

Toda la red sociocultural que supone el seno de las sociedades musicales se ve en riesgo actualmente por la imposibilidad de obtener ingresos a corto plazo, que viabilice soportar los gastos que supone una escuela de música.

Cuando hablaba de crisis al principio del artículo, hablaba de la crisis que vive la sociedad, desde hace ya algún tiempo en cuanto al establecimiento de prioridades, y las cosas a las que se le da valor hoy en día.

Es triste ver cómo las sociedades musicales, que trabajan incansablemente por mantener los valores socioculturales, la integración, o la propia educación, siempre están abajo en el ranking de prioridades de la sociedad moderna, que prefiere valorar, a menudo, lo insustancial.

Es en tiempos de crisis cuando, como individuos, nos damos cuenta de lo que teníamos, y es entonces cuando empezamos a valorarlo, por el simple hecho de haberlo perdido.

Desde el confinamiento hemos empezado a ser conscientes de la importancia que tenía el simple acto de pasear al aire libre, o poder reunirnos con familiares y amigos, cosa que no valorábamos lo suficiente debido a lo habitual con lo que lo practicábamos.

Esperemos que no llegue el día en el que perdamos las bandas de música para darnos cuenta de lo que teníamos.

Francisco J. Blanco Corbalán.

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Nuestras Escuelas y Bandas de Música tienen mucho que decir


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