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Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia

El covid19 y las bandas de música en la Región de Murcia.

El covid19 nos ha pillado a todos por sorpresa. Quién iba a pensar que nuestro mundo tal y como lo hemos conocido iba a desaparecer, por lo menos de momento y sin saber hasta cuándo. Esto no significa que debamos estar lamentándonos de la nueva situación, ni que el mundo vaya a terminar, tan solo significa que tenemos que adaptarnos y cuanto antes lo hagamos mejor.

Las bandas de música no son ajenas a esta crisis y un subsector dentro del sector cultural como son nuestras bandas de música, ha sufrido un varapalo de dimensiones aún incalculables. Son miles las bandas que hay en España y en Murcia con nuestra tradición contribuimos a ello, con sus directores y sus miles de profesores habiendo cesado actividad en el caso de los autónomos o en situación de ERTE el resto. La alegría de las calles de nuestros pueblos y ciudades en fiestas y celebraciones, la solemnidad de la Semana Santa, los conciertos con los que nuestras bandas amenizan nuestro día a día a lo largo de cada temporada o las escuelas de música que con su esfuerzo y poca financiación a duras penas logran mantener a flote, transmitiendo valores y conocimientos a sus alumnos, están en peligro de extinción y penden de un hilo. Un sector precario de por si, en el que están aflorando todas sus miserias, como ya pasó hace unos años con la anterior crisis. Un sector que no está regulado, al que se le exigen unas condiciones para las que no se invierte y con la excusa de que “no somos necesarios”, “no producimos” y además nos lo pasamos de maravilla haciendo lo que nos gusta, seguimos igual, siempre vistos y juzgados por una sociedad, que no ha sido educada para apreciar, juzgar o valorar la música y su entramado universo.

A nosotros, como asociaciones acostumbradas a subsistir y remar contra viento y marea nos corresponde salir de esta como de tantas otras a lo largo de nuestra historia y buscar soluciones a esta situación económica y sanitaria. A continuación, facilito unos datos, que podrían ser tenidos en cuenta y estudiados para una posible vuelta a la actividad.

En la universidad de Friburgo (Alemania) se está llevando a cabo un estudio sobre la proyección del aire a través de los instrumentos de viento con los músicos de viento de la orquesta sinfónica de Bamberg. Se incluyó en dicha investigación a todos los instrumentos de viento habituales en la orquesta, así como a la flauta de pico, al saxofón y a cantantes. En el estudio se realizaron experimentos cualitativos sobre la visualización de la corriente de la respiración y mediciones cuantitativas de la velocidad del aire a diferentes distancias. Los resultados aún deben ser más valorados en detalle, pero como primer resultado provisional se puede afirmar que a 2 metros de distancia de los instrumentos de viento y cantantes no hay diferencia con una corriente de aire normal. Podemos concluir, por tanto, que, si seguimos un protocolo de distanciamiento de seguridad y ubicación adecuada, no habría ningún problema en retomar la actividad de las bandas.

Las bandas de música son sociedades que parte de su actividad la realizan en la calle (pasacalles, procesiones, actos festivos, etc.) y una buena forma de comenzar con nuestra actividad podría ser sacando la banda a la calle, ensayos en la calle, conciertos en la calle, si de algo podemos estar seguros es que en Murcia el tiempo nos va a acompañar. Está claro que por el momento no podemos meter en un local de ensayos a 50, 60, 90 músicos y ni si quiera sabemos cuándo podremos hacerlo. ¿Esperamos y vemos agonizar lentamente y morir nuestra banda mientras esperamos hasta que podamos volver a nuestra rutina anterior si es que vuelve o nos ponemos a buscar soluciones ya? Los lugares abiertos pueden y deben ser el punto de partida hacia la nueva actividad.

Juan de Dios Moreno Moñino, arquitecto de profesión en la Comunidad Autónoma de Murcia y gran amigo mío, accediendo a mi petición, ha realizado un estudio sobre el protocolo a seguir por las bandas de Bullas y Caravaca de la Cruz, que son las que yo dirijo, para volver a retomar la actividad y que pueden ver si entran en su blog: inputpaisaje.com En él se puede ver que, ensayando en lugares abiertos (en Bullas se escogieron 2 lugares y en Caravaca la plaza de toros), teniendo cada músico un metro cuadrado de espacio y manteniendo 2 metros de distancia entre cada uno sería posible la actividad.

Sería bueno que existiera un protocolo de entrada de músicos y otro de salida, ordenado y siempre guardando distancias, que cada músico debería aprender, automatizar y respetar. Así de esta manera se podría poner en marcha la banda entera, pero también existe la opción de hacer lo mismo con ensayos parciales, un ensayo de percusión, otro de madera y otro de metal, si las condiciones de los espacios abiertos para ensayar no permiten hacerlo con la banda al completo. En cuanto a los horarios es cuestión de adaptarse, en verano y gracias a nuestro clima, se puede seguir ensayando por las noches (en el noroeste un poco antes que refresca por las noches) y a partir de Octubre por ejemplo, los ensayos sábados o domingos a las 12:00 del medio día. Para los conciertos, en cada localidad se debería buscar un lugar donde además el público pudiera estar a esa distancia de seguridad de 2 metros, con ocupación y desalojo ordenados, seguros y con asesoramiento por parte de personal de apoyo.

Está claro que cada directiva debe valorar cada paso que demos, pensando siempre en la seguridad de todos y me consta que así será por la experiencia, conocimiento y trato que tengo con muchas de ellas.

Para concluir este artículo, quisiera hacerlo dejando constancia de unas cuestiones que quienes nos dedicamos a esto de la música tenemos muy claras, pero que fuera de nuestro ámbito no lo están tanto. Esta crisis sanitaria va a dar paso a una crisis económica de grandes dimensiones en todos los sectores y al igual que cuando estudiamos nos recomiendan que hagamos descansos después de periodos de estudio de 1 hora para rendir mucho más y no saturarnos, si queremos una sociedad más productiva y salir antes de esa crisis, debemos tener tiempos de ocio en nuestra rutina laboral para rendir y producir más y ahí es donde interviene la cultura en general y la música de banda en particular. Con pequeñas inversiones por parte de las administraciones competentes, que no ayudas, ya que es una inversión que va a colaborar y mucho en la mejora del rendimiento de nuestra sociedad, nuestras bandas se pueden mantener a flote y aportar con su trabajo a la recuperación económica con más celeridad. Por tanto y a quien corresponda, vean más allá de sus narices, planifiquen con perspectiva e inviertan, nada de ayudar, inviertan en cultura y eduquen a su pueblo a consumirla para ser una sociedad mucho más competitiva y productiva por el bien y el bienestar de todos.

Víctor M. Rodrigo García
Director de la banda Unión musical Villa de Bullas y la banda Agrupación musical Caravaca de la Cruz.

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