Nunca sabes por dónde puede salirte la vida, puesto que escribiendo este artículo y echando la vista atrás, me doy cuenta de que mi banda de música me ha aportado más experiencia de la que puedo imaginar. Gracias a todas las tareas que se llevan a cabo en la sombra, de años de conciertos, de traslados de instrumentos, he logrado obtener una visión más completa de lo que se necesita para que un concierto tenga éxito y poder desempeñarlo en mi carrera profesional. Trabajo en la producción musical de una orquesta, conozco las tareas que conlleva preparar un concierto, y el bagaje que te da haber podido participar en la consecución de las actuaciones gracias a mi banda.
Mi nombre es María Molina, clarinetista de la Agrupación Musical de Blanca, nacida en el mismo pueblo y criada entre los “pitos y flautas” de su Escuela de Música. Desde los 8 años he estado vinculada a dicha escuela y por ende a su banda, ¿Qué puedo decir de la vida en una banda? Ya saben, conciertos, pasacalles y desfiles de fiestas y Semana Santa, espectáculos taurinos, dianas y más conciertos. Eso es lo que se ve desde fuera, lo que el público ve, pero… ¿Qué hay detrás de cada concierto o de cada actuación que se hace?
Antes de cada espectáculo hay que dedicar horas de ensayo con la banda entera, horas para la formación previa de cada músico y el estudio individual, y alguna que otra hora a la preparación del escenario para que cada integrante tenga su silla, su atril y sus partituras. Además, sin olvidar el trabajo previo de conseguir esa sala y coordinar fechas de conciertos, horarios, pruebas acústicas, equipos de luces y sonido y un largo etcétera. Las dos primeras son tarea “fácil” (para los músicos es lo más común y asequible sin desprestigiar, por supuesto, el trabajo que conlleva), vas a ensayar, el director aúna criterios y le da forma a la pieza para que el conjunto suene unificado, te vas a casa y estudias para que todo salga bien. ¡Tu función como músico está hecha! Sin embargo, tu implicación puede ser mayor si formas parte de esa familia musical de las bandas que al final te acaba envolviendo, y trabajas en la preparación del escenario y la coordinación de todo el espectáculo, lo cual, es algo altruista, que no se suele hacer como músico si te dedicas a nivel profesional.
Aunque suene poco atrayente es algo bonito, y me atrevería a decir que mágico, porque cuando entras en esa familia musical, parece que es una ardua tarea en la que no obtienes nada a cambio de mucho esfuerzo y sacrificio, pero no lo vean así; a cambio de esfuerzo y sacrificio obtienes la satisfacción de ver cómo ese trabajo da sus frutos y un grupo de gente dispar y heterogéneo en el que se mezclan personas de todas las edades, géneros y personalidades, luchan por conseguir el mismo objetivo, que la banda de música logre que las actuaciones sean un triunfo y se lleven a cabo de la mejor forma posible en el mejor de los ambientes.
En mi banda, y casi en la mayoría de bandas que conozco, son los propios miembros de la directiva, acompañados de algunos músicos y algunos padres los que voluntariamente, se encargan de las labores de producción. El transporte de instrumentos, sillas, atriles, partituras, el montaje y el desmontaje del escenario, contactar con el técnico de luces y de sonido, hablar con el Alcalde o con el Concejal para poder tocar en el teatro del pueblo o en la plaza o en cualquier sala… En resumen, todo un conjunto de tareas que son imprescindibles para que el concierto salga adelante. Esta es la parte de detrás que nunca se ve, a veces se intuye pero no es algo que se suela valorar o hablar de ello a menudo, siempre queda en la sombra pero piénsenlo, si nadie transporta los instrumentos del lugar de ensayo al escenario donde se realizará el concierto, ¿cómo tocarán los músicos? Y si nadie ha organizado previamente ese concierto, no lo han anunciado ni lo han coordinado con el responsable de esa sala ¿cómo se podrá llevar a cabo? ¿Y si no hay luces para tocar?
En mis inicios musicales con la banda, me preguntaba para qué necesitaría yo esto en un futuro. Hoy, como música y productora musical, considero que es necesario conocer y apreciar los preparativos previos a un concierto. Esto es lo que no te enseñan en las aulas de música pero que aprendes de forma inconsciente a través de sus actividades, un conjunto de habilidades y valores que sin darte cuenta van haciendo que tu aprendizaje se enriquezca y tengas una visión global de las necesidades artísticas que un conjunto musical necesita.
El equipo técnico de esta orquesta profesional estamos formados por 33 personas luchando por conseguir que todo vaya sobre ruedas y salga correctamente. Parece escandaloso que 33 compañeros trabajen para una sola orquesta pero puedo asegurar que todas y cada una de esas personas son necesarias para que todo salga adelante. Si lo comparamos con las pocas que suelen participar en un banda haciendo esas labores, imaginad el trabajo que realizan para que esté todo siempre preparado, y además, como decía anteriormente, de forma altruista, por amor al arte.
En definitiva, pongamos en valor el trabajo que están realizando las personas que cada día luchan por sacar adelante las bandas de música, ya sean músicos, directores, padres o directivos. Apoyemos esta causa porque esa labor genera algo que es difícil de conseguir: aportar experiencias que en un futuro serán útiles para la vida como es el compañerismo, el compromiso, la implicación y el amor por la música y la cultura.
María Molina.
Clarinetista de la Agrupación Musical de Blanca.