Todos sabemos que la “Ilustración” en primera instancia, y las bayonetas napoleónicas en segunda, son el origen de las Bandas de Música en España; toda vez que las primeras Grandes Bandas de Música se escucharon en los desfiles y conciertos que daban las mismas para extender la cultura musical y en especial ganarse las voluntades del pueblo invadido. Lafayette (general de Napoleón) afirmaba que había ganado más batallas en los desfiles, que con las bayonetas.
Cuando los franceses se retiraron, las Instituciones reorganizaron las bandas siguiendo más o menos el modelo de plantilla que imperaba en Francia e Italia. Además, los inventos del luthier belga Adolfo Sax permitieron que las Agrupaciones sinfónicas de viento y percusión (Las Bandas), pudieran transcribir con gran fidelidad las obras de orquestas más importantes del mundo clásico. Por tanto, podemos afirmar categóricamente, que estas grandes joyas musicales las dieron a conocer al público de la época las Bandas Sinfónicas, que asumieron el rol que tenían asignado en Centro Europa las orquestas.
La ciudad que mantiene durante años un prestigioso Certamen de Bandas de Música se convierte en un icono o referente mundial, no solo para músicos amateurs y profesionales, sino que es también un polo de atracción para melómanos, compositores, directores, empresarios, turistas, etc.
Los Certámenes de las bandas de música tienen, principalmente, su origen en España a finales del siglo XIX. Las Ciudades aprovechaban sus Ferias o Exposiciones para celebrar toda clase de eventos culturales donde no podía faltar un Certamen de Bandas de música. La inexperiencia en la organización de estos concursos al principio hacía que en algunos de ellos compitieran Bandas profesionales con Bandas amateurs, o Bandas militares con bandas civiles, bandas con plantillas de 44 versus 80. Una de las Ciudades que también comenzó en estas lejanas calendas fue Valencia que ha continuado celebrando este prestigioso certamen hasta nuestros días.
En mi infancia, cuando empecé los estudios de solfeo en la Academia de música de mi pueblo, la SAM EL VALLE DE CÀRCER, en las Paredes del local había colgados diferentes cuadros o diplomas de los premios que la Sociedad Musical había cosechado a lo largo de su historia. A mí me llamaba especialmente la atención, el Diploma del Certamen de Murcia obtenido en los años 40 del siglo pasado. Cuando preguntaba a los músicos veteranos de la Banda como se desarrolló el mismo, todos explicaban las vicisitudes del viaje, ensayos, sacrificio, anécdotas…etc. lo cual a mí me motivó de tal manera que quería entrar cuanto antes en la Banda para poder participar un día en este ¡cautivador Certamen!
Tuve contacto con este prestigioso Certamen cuando presidia la Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia el inefable D. José Sánchez Cánovas (el amigo Pepe); fue el que me invitó en diversas ocasiones a formar parte del Jurado en esta ciudad. Después y bajo la Presidencia de su digna sucesora Dña. Ginesa Zamora Saura, también he participado como Jurado del mismo.
Por ello puedo dar y doy FE de que en todas las ediciones en las que he participado, tanto los organizadores como los miembros del Jurado, han sido muy competentes, lo cual revierte en beneficio del certamen y el prestigio del Consistorio del Excelentísimo Ayuntamiento de Murcia.
Gracias al buen hacer de los organizadores del Certamen, éste goza de un gran prestigio a nivel Nacional y pone a esta maravillosa ciudad en boca de todas las entidades musico culturales de la nación. Si en el futuro se diera el paso para convertir este evento en Internacional, sin olvidar la atención que merecen las Bandas de la Región; estas tierras se beneficiarían de la inversión y el reconocimiento mundial.
Se ha verbalizado muchas veces la frase de que los “Certámenes si no existieran habría que inventarlos”; obviamente, estoy totalmente de acuerdo con este aserto, toda vez que éstos sirven para que las Bandas y por ende los Músicos perfeccionen al máximo sus destrezas y talentos en aras de conseguir la Excelencia artística. Por ello y por los beneficios indirectos de los que son portadores estos magnos eventos, no deben dejar de celebrarse, incluso sería deseable que se incrementasen.
Josep Mut i Benavent
Director de Orquesta y Compositor
Barcelona 22 de diciembre de 2022