El pasado domingo, 9 de noviembre, el Auditorio «Infanta Doña Elena» de Águilas se llenó de música y emoción con la celebración del XI Certamen Regional de Bandas de Música «Ciudad de Águilas», correspondiente a la 2.ª Sección. Más de setecientas personas, entre músicos, directivos y amantes de la música, vivieron una jornada que reafirmó el gran trabajo y calidad de las bandas de la Región de Murcia. El evento estuvo organizado por la Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia y el Ayuntamiento de Águilas, con la colaboración de la Banda Sinfónica del Patronato Musical Aguileño «Francisco Díaz Romero», anfitriona del certamen. La organización del evento permitió que todo transcurriera de manera fluida y agradable, haciendo que la experiencia fuera especialmente positiva tanto para los músicos como para los asistentes. Además, se contó con la presencia de la corporación municipal del Ayuntamiento de Águilas, así como del alcalde de Lorquí, D. Joaquín Hernández Gomáriz, y de la directora general de Competitividad y Calidad Turísticas de la Región de Murcia, Dña. Eva Reverte.

El programa debía constar de tres obras. La primera de ellas un pasodoble de libre elección. La segunda es la obra obligada Jasón, del compositor calasparreño D. José Vélez García. Por último, interpretaron una obra libre. El jurado estuvo formado por D. José Luis Llorca, natural de Águilas, D. Víctor Enguídanos Royo, procedente de Llíria, y D. José Vélez García, compositor de la obra obligada y natural de Calasparra.
El certamen dio comienzo con la actuación de la Asociación Amigos de la Música de Lorquí, dirigida por D. Lorenzo Caravaca Martínez, que presentó el pasodoble Cien años de suspiros de Santiago Quinto Serna, la obra obligada Jasón de D. José Vélez García y Spartacus de Jan Van der Roost. A continuación, la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Soledad de Molinos Marfagones, bajo la dirección de D. Daniel Sánchez Ros, interpretó Cielo andaluz (pasodoble) de Pascual Marquina, Jasón y Persis de James L. Hosay. La tercera banda en subir al escenario fue la Soledad Artístico Musical Santa Cecilia de Pozo Estrecho, dirigida por D. José Vicente Pérez Pérez, que interpretó Andrés Contrabandista (pasodoble) de Óscar Navarro, Jasón y Golden Land de Saúl Gómez Soler. Fuera de concurso, actuó la Banda Sinfónica del Patronato Musical Aguileño «Francisco Díaz Romero», bajo la batuta de D. Antonio Cánovas Moreno, con un programa compuesto por Art i Cultura (pasodoble) de Iván Romero, Artemisa de Óscar Navarro y Cleopatra de Amparo Edo.

Tras la deliberación, el primer premio, dotado con 3.000 euros, fue otorgado a la Soledad Artístico Musical Santa Cecilia de Pozo Estrecho; el segundo premio, con 2.000 euros, recayó en la Asociación Amigos de la Música de Lorquí; y el tercer premio, con 1.000 euros, fue para la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Soledad de Molinos Marfagones. Además, todas las bandas recibieron un premio de participación de 500 euros en reconocimiento a su esfuerzo y dedicación.

Cada banda, al participar, demostró su compromiso con la música y cada aplauso del público fue un reconocimiento al empeño de todos. En este tipo de actividades, es de especial relevancia destacar la fuerza de la unión y el trabajo en equipo. Solo quien es músico (o conoce muy bien a uno) sabe a la perfección que cada banda refleja horas de ensayo, dedicación y esfuerzo colectivo, donde cada uno aporta su máximo. En este momento, se debe destacar la enorme labor de los directores, que con su liderazgo e incansable labor han sido capaces de sacar lo mejor de todos y cada uno de los músicos. Además, la experiencia trasciende el escenario pues las familias apoyan y celebran cada logro.

Más allá de los galardones, el certamen volvió a demostrar su gran valor educativo, social y cultural. Cada edición impulsa a las bandas a superarse, a seguir mejorando, a caminar hacia delante, consiguiendo acercar la música de banda a todos. De esta forma concluyó el XI Certamen Regional de Bandas de Música «Ciudad de Águilas», con una sensación compartida de orgullo y satisfacción, pues el certamen reafirma que la música no solo se toca, sino que se siente, se comparte y transforma a quienes participan y a quienes la escuchan.

Javier Robles Sánchez