Mira que nos ha costado. Exactamente cien años y una retahíla de alcaldes han tenido que pasar, con mayor, menor y hasta ninguna fortuna en sus mandatos, para que el Concejo cumpla el compromiso de erigir un busto a uno de los murcianos más célebres de todas las épocas: el periodista Martínez Tornel. La historia de tal injusticia solo se ve mitigada porque el mismo año en que murió, también el mismo en que se anunció el busto, le pusieron su nombre a la prolongación del antiguo Arenal.
Pero eso ya lo ha contado este periódico, el más fiel continuador del espíritu de El Diario de Murcia que creara Tornel, en alguna ocasión. Como también adelantó hace ahora tres meses justos que el Ayuntamiento había decidido cumplir su remoto compromiso (http://goo.gl/Lbq9ge).