Tranquilos. En este artículo no vais a leer teorías de Kotler o McLuhan, padres del marketing y de la comunicación, respectivamente. Solo voy a contaros mi experiencia personal como periodista y músico de la Banda de Yecla. Todavía recuerdo cuando hace 15 años la gente abandonaba las procesiones antes de que llegara la Banda. Los músicos éramos el coche escoba de cualquier desfile. Algo parecido ocurría en los conciertos. Nunca más de 100 personas: padres, madres y abuelas. Fin.
Hoy, esas mismas personas que hace unos años se iban sin escucharnos, se agolpan en las calles, nos aplauden a rabiar cuando desfilamos y llenan concierto tras concierto, sea en Yecla, en Murcia o en Holanda. Pero, ¿por qué este cambio tan radical? La fórmula es sencilla de entender, no tanto de aplicar: marketing, comunicación, trabajo duro… y pasión. Mucha pasión.
Algunos músicos estudiantes y profesionales de periodismo y comunicación audiovisual decidimos que había que hacer algo. Necesitábamos dar a conocer todo lo que hacíamos. Hacer sentir la música y la banda a la ciudadanía. Habíamos ganado ya algún certamen, como el de Alginet o el regional de Murcia (2005), pero seguíamos sin calar entre nuestros paisanos.
Nos pusimos un reto: llenar el Palau en nuestra primera actuación en el certamen de Valencia (2007). La maquinaria se puso a funcionar. Con Pascual V. Díaz al frente, saxo de la banda y nuestro gurú particular del marketing, diseñamos la campaña “Nos van a oír”.
E hicimos esto: https://youtu.be/yI0k5iRHsh4 y esto https://youtu.be/j-rkdPRfVmo y esto otro https://youtu.be/rILrVMqV8VM… Pero YouTube se nos quedaba corto. Así que hablamos con TeleYecla y estos vídeos empezaron a emitirse en la tele local. Y se editaron hasta siete minispots que se veían una y otra vez en la casa de miles de familias yeclanas. Llegó el día del concierto y varios autobuses repletos de gente acompañaron al de la banda. Lleno hasta la bandera. Pero además de atraer al pueblo de Yecla a nuestro concierto, hicimos piña. Hicimos banda. Y, sobre todo, nos lo pasamos de lujo… https://youtu.be/mqNjjt13MYg
El culmen llega en 2009…
Las campañas de comunicación y marketing continuaron después hasta que alcanzaron su cénit en 2009. La banda participaba por primera vez en un certamen fuera de nuestras fronteras, concretamente en Riva del Garda (Italia). Había que conseguir mucho dinero para poder costear el viaje, así que nuestro querido gurú ideó la campaña “Destino: Italia”. Y la directiva, con el apoyo masivo (y altruista) de todos los músicos, decidió crear el Puntillo, nuestra caseta en la feria de Yecla. De pronto, miles de jóvenes se dieron cuenta de que los músicos no éramos unos ‘raritos’, sino que éramos como ellos. Y, además, montábamos una de las mejores fiestas de Yecla. La noche en la feria (y en Nochevieja, Carnaval…) fue nuestra.
Pero para alcanzar ese primer éxito, tuvimos que crear mucha expectación: https://youtu.be/akb6dvUeSNI. Mucha, mucha: https://youtu.be/4ZruK-FDlTg. Y cuando llegó la feria, el Puntillo fue todo un éxito: https://youtu.be/F8B8_KqRcS4. De pronto, habíamos pasado de ser el coche escoba de las procesiones a ser un grupo referente en Yecla. Una gran familia que hacía música de calidad y además, se lo pasaba en grande.
Las campañas en prensa y televisión siguieron. El Puntillo tuvo cada vez más éxito: https://youtu.be/zSYivkTsYk8. La gente joven vio que estudiar música y formar parte de la banda era algo que estaba muy bien. Apetecía formar parte del grupo. Además, conseguimos un magnífico premio en Italia. Los medios locales emitieron por Internet nuestro concierto y la entrega de premios. Miles de personas siguieron un rudimentario minuto a minuto (como el que se hace de los partidos de fútbol) haciendo caer la web de elperiodicodeyecla.com en varias ocasiones. TeleYecla, incluso, interrumpió la emisión en directo de la famosa procesión de los Farolicos para anunciar nuestro premio.
Sabíamos que habíamos hecho algo grande, pero no tanto. Cuando volvimos a Yecla, de madrugada, todo había cambiado. Cientos de personas nos esperaban en la estación de autobuses. Estábamos en shock.
Pero el momento mágico llegó esa tarde. Era Jueves Santo. La banda salía en procesión y el público no dejó de aplaudir de principio a fin. Se nos hacía difícil tocar. Las lágrimas se nos saltaban a todos. Cuando acabó el recorrido, miles de personas vitoreaban a la banda a las puertas de la iglesia. El director se vio ‘obligado’ a girar a la banda al público y tocar una marcha. Todos los que vivimos aquello, no podremos olvidarlo jamás.
A partir de ahí, todo ha ido rodado. Con la llegada de la nueva escuela de música, el número de alumnos y opciones de estudio se ha disparado. La banda ha superado los 100 músicos y los premios no han parado de llegar, incluido el oro en Kerkrade. Y hasta hemos creado un departamento de Comunicación.
En definitiva, el ser humano es un ser social por naturaleza y comunicarse ha sido fundamental para su propia existencia y parte de su esencia intrínseca. Al comunicar ponemos en valor las cosas que hacemos, pues el marketing no es más que la técnica de saber venderse bien. Por tanto, no lo dudéis. Hacedlo. Con más o menos calidad, pero hacedlo. Que os conozcan. Que sepan lo que hacéis y lo bien que os lo pasáis.
Y no desesperéis, pues los resultados no son fruto de un día. En nuestro caso particular, es el resultado del buen trabajo del director y de los músicos, sumado a una serie de campañas que nos ayudaron mucho a crecer. A convertir a nuestra banda y a nuestra escuela en referentes para Yecla y para la Región. Y todo desde la ilusión, la entrega y la pasión (y el altruismo en la mayoría de los casos). Porque la Asociación de Amigos de la Música de Yecla ha sido, es y será una gran familia.
https://youtu.be/kVPiW-Ghzy8
DAVID VAL PALAO, clarinete bajo de la AAM Yecla y periodista.